MÁLAGA, 3 (EUROPA PRESS)
La delegada territorial de Justicia, Administración Local y Función Pública, Teresa Pardo, ha destacado el importante trabajo que realiza el Servicio de Mediación Penal de Menores en Málaga que ha posibilitado que de los 306 procesos iniciados el año pasado para la resolución de conflictos, el 64% de ellos -unos 200 jóvenes– se hayan resuelto de forma satisfactoria.
En concreto, un total de 196 intervenciones se resolvieron favorablemente, mientras que 39 no pudieron completar el proceso y 71 continúan durante este 2025.
“El Servicio de Mediación Penal de Menores se perfila como una herramienta fundamental, voluntaria y gratuita, para dar una segunda oportunidad a los menores infractores”, ha destacado Pardo, quien ha recordado que la Consejería tiene implantado en las ocho provincias andaluzas este servicio.
Así, ha indicado que gracias al Servicio de Mediación Penal, ya tras la consideración de los fiscales, se les ofrece a los menores de entre 14 y 18 años que han cometido un delito leve o menos grave la opción de participar en este programa. Una vez que la persona menor infractora reconoce los hechos, se responsabiliza de estos y manifiesta su clara intención de participar para reparar el daño causado, el servicio de mediación se pone en contacto con la víctima para dar inicio a la intervención.
“A través de la justicia restaurativa se pone el foco, no tanto en el acto ilegal producido que también es abordado de forma integral, sino en los menores que han cometido la infracción, el daño que sus acciones han causado a la comunidad o a otras personas y la capacidad de resolver el conflicto por una vía extrajudicial”, ha sentenciado.
Pero, además, ha apuntado que la mediación permite a la víctima “ser protagonista activa en la reparación del daño así como contar con un espacio de diálogo con el menor infractor para poder dar traslado de las consecuencias que para la víctima ha tenido el delito y decidir de qué manera quiere ser compensada”.
De los 306 menores que participaron el año pasado en la mediación, 184 eran varones y 122 mujeres; igualmente participaron 256 víctimas y/o personas afectadas –220 físicas y 36 jurídicas–. De las físicas, en el 84% de los casos existía o había existido una relación previa entre las partes, bien de amistad o familiaridad.
“Es por ello por lo que, cuando ocurre un conflicto, la mediación permite abrir nuevos cauces de diálogo entre personas que, de una u otra forma, van a tener que continuar relacionándose”, ha explicado la delegada.
El perfil tipo de los menores infractores atendidos en este Servicio es el de una persona con una edad en torno a los 15 y 16 años, que en un 73% de los casos cursan estudios de Secundaria Obligatoria.
El 43% de los conflictos que se abordaron en este servicio de mediación estaban relacionados con delitos de lesiones, seguido en un 27% por conflictos relacionados con la libertad personal, amenazas, coacciones y delitos contra la integridad moral, libertad sexual, la intimidad y el honor; así como casos de violencia filioparental o delitos relacionados con el acoso escolar o ciberbullying. En tercer lugar, con un 18%, se situaron los relacionados con lo patrimonial, hurtos, robos y daños.
Las intervenciones del Servicio de Mediación Penal de Menores están marcadas de forma fundamental para obtener una reparación del daño que el menor infractor ha causado a la víctima y ésta puede ser a través de la conciliación o a través de la reparación.
En 2024, de los 196 procesos finalizados de forma satisfactoria, en 156 de ellos se produjo una conciliación entre la víctima y el infractor. “En este proceso de conciliación, la mayoría de los casos (125) derivó en una reparación directa del daño causado, como el caso de un grupo de menores que realizaron actos vandálicos en un instituto y cuya reparación del daño consistió en limpiar, pintar y adecentar lo dañado”, ha explicado Pardo.
Asimismo, ha añadido que esa reparación también se lleva a cabo a través de la prestación de servicios en beneficio de una comunidad o realizando acciones reparadoras, como se ha llevado a cabo en 40 de los casos resueltos, con la asistencia a talleres que mejoren sus competencias como talleres de control de impulsos, de educación vial o de uso responsables de las redes sociales.
La delegada territorial ha visitado las nuevas instalaciones del Servicio de Mediación Penal de Menores que desde el pasado mes de enero está gestionado por la Fundación Diagrama, que toma el relevo tras la Asociación Alternativas al Menor (ALME).
Pardo ha puesto en valor la gran labor que realiza el equipo de mediadores, profesionales formados en psicología, pedagogía, trabajo social, criminología, intervención en crisis, programación neurolingüística y coaching.
Según ha dicho, “el balance de 2024 arroja unos resultados excepcionales que nos demuestran que este tipo de intervenciones extrajudiciales funcionan y desde la Consejería de Justicia, Administración Local y Función Pública llevamos apostando por este modelo desde hace años, por tener un enfoque innovador y transformador”.
“La mediación con menores ha servido de espejo para poner en marcha en nuestra provincia la Mediación Penal en adultos desde el pasado 1 de septiembre, porque a los buenos resultados que se obtienen, la reparación del daño causado y la reintegración del infractor en la sociedad se une que se trata de un servicio ágil que consigue resolver estos casos en escasos meses, entre tres y nueve meses”, ha añadido Pardo.
Este servicio gratuito es un recurso especializado de carácter socioeducativo en el que se llevan a cabo actuaciones voluntarias y de forma alternativa al proceso judicial de menores para la resolución de conflictos.
Gracias a este recurso se posibilita un diálogo “voluntario y confidencial” entre el menor infractor y la víctima con ayuda de una persona mediadora con el fin de reparar el daño causado.
Asimismo, al menor infractor se le ofrece la oportunidad de ser consciente de las consecuencias directas de sus actos, del daño o perjuicio que han causado sus acciones, así como obtener un enorme aprendizaje a través de expresar el perdón de forma directa y personal a la víctima, mostrar su compromiso para no repetir dichos actos y reparar el daño causado.
Desde el punto de vista de la víctima, esta herramienta de mediación le permite ser escuchada y acompañada, así como poder otorgar su perdón y solicitar, a través del encuentro de mediación penal, la forma en la que desea que el daño sea reparado.
En las intervenciones con los menores también se llevan a cabo talleres de seguridad vial, autocontrol, gestión de emociones, igualdad de género, uso responsable de las redes sociales, prevención del acoso escolar y ciberbullying. Asimismo se colabora con distintas organizaciones sin ánimo de lucro de la provincia que sirven de apoyo a las labores sociales de este servicio de mediación.
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