VALÈNCIA, 31 (EUROPA PRESS)
El Ministerio de Cultura exhibe en Potries (Valencia), del 1 al 9 de febrero, tres documentos originales de los siglos XVI y XVII, conservados en el Archivo Histórico de la Nobleza en Toledo, “imprescindibles” para conocer el sistema de riego de la comarca de La Safor. La pieza central será un pergamino de 1511 sobre el reparto del agua que estuvo vigente durante casi cinco siglos.
La exposición, impulsada por la Subdirección General de los Archivos Estatales en el marco del proyecto ‘El documento en su contexto’, ofrece una “oportunidad única” para poner en valor tanto el patrimonio documental valenciano custodiado por el Ministerio de Cultura, como el patrimonio hidráulico situado en las huertas históricas valencianas.
La muestra coincidirá con la celebración del Porrat de Sant Blai, una festividad tradicional de la comarca, lo que permitirá, además, relacionar los documentos con el patrimonio inmaterial de la zona, según ha destacado el Ministerio en un comunicado.
El pergamino central de esta exposición es la ‘Concordia entre Serafín de Centelles, II conde de Oliva y María Enríquez, II duquesa regente de Gandía, para el aprovechamiento de las aguas del río Serpis’. Está acompañado por otros dos documentos originales que representan sendos estudios técnicos sobre la Casa Clara de Potries.
La ‘Concordia’, firmada en 1511, permitía determinar la proporción del agua del río Serpis que podía usar cada municipio. Se trata de la documentación más antigua que explica el uso de casitas sobre partidores (puntos clave en la partición de las aguas) del territorio valenciano, en concreto, la Casa Clara y la Casa Fosca, situadas en el municipio de Potries.
Por otra parte, los estudios técnicos, fechados en 1688, recogen los elementos gráficos más antiguos referentes a la Casa Clara, que muestran que se ha conservado prácticamente de la misma manera en sus aspectos estructurales durante, al menos, los últimos tres siglos.
LAS CONCORDIAS: ACUERDOS PARA EL REPARTO DE AGUA
Desde la Edad Media eran frecuentes los conflictos en la gestión hidráulica, de forma que, en muchas ocasiones, era fundamental llegar a acuerdos para evitar los daños materiales y los elevados costes en los procesos judiciales.
En este sentido, una de las fórmulas más destacadas fueron las concordias entre las partes enfrentadas. En el caso de la comarca de La Safor, el principal acuerdo entre los principales señoríos se alcanzó en el año 1511 y determinaba el uso proporcional del caudal del río Serpis para evitar la usurpación y la desviación furtiva de aguas.
El contenido del documento exhibido, que estuvo vigente durante casi cinco siglos, ha marcado el porvenir económico de la comarca y ha permitido ampliar su superficie total de regadío a lo largo de los años. La innovación de la ‘Concordia’ fue la edificación de unas casitas sobre el segundo y tercer partidor, situadas en Potries: la Casa Clara y la Casa Fosca.
Su construcción se enmarca entre los grandes cambios que se fueron experimentando en la fortificación de los elementos hidráulicos, situados dentro de los ríos valencianos, en la transición de los siglos XV y XVI, a caballo de los grandes avances constructivos desarrollados en el tardo gótico aplicados a los azudes y las acequias.
Estas dos pequeñas construcciones, una con cubierta y otra sin ella, estaban protegidas con unas rejas de hierro para impedir el paso a las personas sin autorización para la manipulación de los partidores.
El acequiero de la villa de Oliva y el de la villa de Gandía custodiaban las respectivas llaves para su acceso. La protección física de los partidores mediante elementos arquitectónicos estaba acompañada de una definición por escrito de la proporción de agua que debía recibir cada parte implicada.
Para que los partidores fueran efectivos era necesario que estuvieran bien nivelados y, en este sentido, era fundamental el papel de los canteros niveladores en la Edad Media, así como de los matemáticos.
De ahí la importancia de los documentos que acompañan a la ‘Concordia’: los estudios técnicos realizados sobre la Casa Clara en mayo de 1688, por Juan Bautista Corachán, que defendía los intereses de Gandía; y por M. Juan Aparicio, que resguardaba los de Oliva.
El proyecto ‘El documento en su contexto’ es un programa bianual de la Subdirección General de Archivos Estatales del Ministerio de Cultura, en cooperación con las instituciones locales y regionales, las universidades, las fundaciones y la sociedad civil vinculada a estos núcleos no urbanos, cuyo objetivo es trabajar por el patrimonio compartido. El objetivo es el acercamiento de este patrimonio documental a los núcleos no urbanos, donde nacieron o fueron custodiados durante siglos.
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