SEVILLA, 25 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la delegación de Arbolado, Parques y Jardines, ha estado realizando una plantación en la Avenida de la Borbolla con 39 ejemplares para “revitalizar esta ubicación tras más de diez sin plantaciones”.
Según ha informado el Consistorio en una nota, se han plantado 39 ejemplares de Celtis australis, una especie adaptada al clima mediterráneo de Sevilla, caracterizado por veranos calurosos e inviernos suaves.
Por ello, “su resistencia a la sequía y su capacidad para desarrollarse en suelos pobres” lo convierten en “una opción adecuada para entornos urbanos donde las condiciones pueden ser adversas”. Se trata de un árbol caducifolio de copa amplia y densa, “ideal para proporcionar sombra en los meses más calurosos”.
Asimismo, ha añadido que a estas plantaciones hay que sumar las que comenzarán próximamente en la calle Manuel Siurot donde se plantarán otros 28 Celtis australis.
Por su parte, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha indicado que, tanto esta plantación como la que se está llevando a cabo en la Avenida de la Borbolla “responden a una demandad vecinal histórica relacionada con la falta de sombra en estos entornos del Distrito Sur”. Además, Sanz ha destacado que desde que comenzó la campaña de plantaciones el pasado mes de noviembre se han plantado más de 1.800 ejemplares en toda la ciudad.
En esta línea, el primer edil ha subrayado que “es la mayor plantación de los últimos seis años con más de 7.000 elementos vegetales, entre árboles y arbustos”. Así, un total de 3.652 árboles serán plantados en parques y viarios, suponiendo el 63% de la plantación total, “priorizando aquellos espacios que actualmente carecen de arbolado, lo que permitirá mejorar las áreas de sombra y el confort en los espacios públicos”, ha indicado el alcalde.
Para finalizar, el primer edil ha afirmado que, con esta campaña de plantación, se aumenta en la ciudad los beneficios del aumento del arbolado porque se “contribuye a mejorar la calidad del aire; la reducción de las temperaturas en verano gracias al aumento de sombra; la creación de hábitats para la fauna local; la absorción de CO2, y la protección contra la erosión del suelo”.
Además, “contribuye a embellecer la ciudad y a crear espacios más agradables para pasear y descansar, mejorando así la calidad de vida de los ciudadanos”, ha abundado Sanz.
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