La recuperación tiene un tiempo estimado de cinco meses de duración
VITORIA, 23 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz restaurará el Monumento a la Batalla de la plaza de la Virgen Blanca por un montante de 360.000 euros y unos cinco meses de duración, con el objetivo de “eliminar o disminuir las causas principales del deterioro, pero basándose en la mínima intervención”, dentro de una recuperación que abordará tanto la parte metálica como la de piedra.
Así lo ha anunciado este jueves la concejala de Cultura, Sonia Díaz de Corcuera, quien ha presentado en comisión el primer estudio científico, técnico y riguroso elaborado sobre el Monumento a la Batalla de Vitoria-Gasteiz.
Este análisis exhaustivo determina que el conjunto escultórico goza de “buenas condiciones de estabilidad, pero que existe deterioro sobre todo en la parte de piedra”. También acredita el “indudable interés artístico del grupo escultórico, tratándose de uno los de mayor calidad de la ciudad”.
Las principales causas del desgaste son el paso del tiempo, las inclemencias meteorológicas y el daño antrópico, el ocasionado por las personas. El estudio comenzó el 19 de agosto y durante cinco días se realizaron comprobaciones y tomas de muestras ‘in situ’.
Gracias a una plataforma elevadora, se pudo acceder a la parte metálica de la obra y realizar pequeñas labores de limpieza. Parte de las muestras obtenidas se enviaron a laboratorios de Madrid para ser analizadas.
Este documento, además de valorar el estado actual y hacer una propuesta de conservación, también ha generado un banco de pruebas que sirva para analizar la evolución futura de la obra.
La pieza escultórica cuenta con dos materiales principales visualmente reconocibles, metal y piedra, que han sido analizados por separado. Entre las conclusiones relacionadas con la parte metálica, destacan factores como la suciedad generalizada ocasionada por elementos como polvo, polen, excrementos y basura arrojada, entre otros.
También se observa corrosión en el bronce, debido a la interacción con componentes y contaminantes atmosféricos, y deterioros mecánicos como grietas, y elementos rotos y deformados. Asimismo, algunos ornamentos han perdido sujeción, aunque no entrañan riesgo de desprendimiento.
La piedra, por su parte, es arenisca, tipo fontecha o pitillas, y su principal problema es un protectivo o antigrafitis (resina sintética) que se aplicaba en los años 80, pero ha demostrado “no ser adecuado”, porque dificulta la transpiración de la piedra acelerando la degradación.
También contribuye al deterioro de esta parte el daño antrópico debido al fácil acceso de las personas a la zona baja. Todo ello ha ocasionado erosión, costra negra, enmugrecimiento, lixivación, pérdidas volumétricas, grietas, alteraciones cromáticas y colonización biológica.
INTERVENCIÓN
Díaz de Corcuera ha destacado que el Ayuntamiento ha “identificado el problema, sabe qué patología tiene el enfermo, a cuánto asciende el coste y ahora toca intervenir”. Por ello, el Departamento de Cultura ha iniciado conversaciones en el seno del equipo de Gobierno para ver cómo y cuándo emprender la restauración.
“Ante la importancia artística de esta obra, hemos decido abordar la intervención y buscar la vía que nos permita curar esta joya escultórica que tenemos en el salón de estar de Vitoria-Gasteiz”, ha añadido.
Así, en la parte superior de metal se abordarán trabajos de limpieza, fijación de elementos decorativos, reintegración cromática, reconstrucción volumétrica de elementos perdidos, aplicación de una protección final y sellados.
En lo que a la parte inferior de piedra se refiere, el proyecto contempla su limpieza, eliminación superficial de la resina aplicada en los años 80, consolidación del soporte pétreo, cierres de grietas, restauración de pequeños volúmenes, cosido de piezas desprendidas, reintegración cromática, aplicación de hidrofugante y antipintadas, entre otras acciones.
El Pleno del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz aprobó una enmienda transada de los grupos municipales PNV, PSE-EE, Bildu y Elkarrekin el pasado 16 de febrero, en la que instaba al Gobierno municipal a realizar un estudio que determine con exactitud el estado de conservación de la obra.
Díaz de Corcuera ha resaltado “el cumplimiento de la voluntad del Pleno”. “Cuando los grupos acuerdan, gana la ciudad y esa es nuestra responsabilidad. Este estudio es un ejemplo de ello, un acuerdo que ha tenido como fruto un análisis científico, hecho desde el rigor, que aporta conocimiento real y exhaustivo del estado del Monumento, y que establece un punto de partida para, ahora sí, poder valorar el futuro de esta obra”, ha añadido.
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