SANTA CRUZ DE TENERIFE, 23 (EUROPA PRESS)
El Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de Fenómenos Volcánicos (CCES) de Canarias, que se ha reunido este miércoles de forma extraordinaria en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, ha descartado que haya aumentado la probabilidad de una erupción a corto o a medio plazo en Tenerife, en referencia a un plazo de semanas o meses, si bien la información recabada por los equipos científicos desde 2016 les indican la importancia de incrementar la vigilancia y reforzar sistemas ante una situación volcánica “anómala” en el Teide.
En rueda de prensa, el director del Instituto Geográfico de Canarias, Itahaiza Domínguez, acompañado de otras autoridades políticas y científicas, ha dicho que “desde 2016 se viene registrando un aumento de la actividad sísmica en la isla de Tenerife”, un periodo en el que, además, se han detectado “cinco enjambres de cierta entidad en la zona oeste de Las Cañadas”, que se suma a la detección de un aumento ligero en la emisión de gases de CO2 en algunas zonas, como por ejemplo en el cráter del Teide.
En concreto, han explicado los expertos, los cambios sísmicos, geodésicos y geoquímicos que vienen detectándose desde 2016 podrían estar registrando un cierto aumento desde el año 2022, atribuible a un posible aumento de la presión en el sistema hidrotermal bajo la isla de Tenerife, que aconsejaría incrementar la vigilancia.
CAMBIOS EN LA EMISIÓN DE GASES EN EL TEIDE
Así, entre los datos más relevantes analizados por los científicos destaca la evidencia de que desde 2016 se han detectado cambios en la emisión de gases en el Teide, que indican un aumento de la presión en el sistema hidrotermal, y que además pueden correlacionarse con los ritmos de actividad sísmica registrada.
La sismicidad se agrupa especialmente en Las Cañadas, Cumbres de Adeje y de Vilaflor, manteniéndose también una zona de actividad bajo El Teide. En junio y julio de 2023 se registró por vez primera un enjambre sísmico de más de 30 kilómetros de profundidad, a 40 kilómetros bajo Santiago del Teide, y a finales del mismo año se produjo otro enjambre entre 17 y 23 kilómetros de profundidad bajo las Cañadas.
Otras zonas sismogénicas de menor importancia se han localizado bajo Izaña y en las cumbres de Arico.
En la reunión celebrada este jueves, los expertos han puesto a disposición de las autoridades regionales e insulares toda esa información, a pesar de que “ahora mismo, realmente, no ha aumentado la probabilidad de una erupción a corto o medio plazo, en referencia a semanas o meses”, para continuar haciendo seguimiento de la situación y así prepararse frente a un “posible evento”.
SISTEMAS DE CONTROL MÁS AVANZADOS
Domínguez ha enfatizado la mejora de los sistemas de control en los últimos años, llegando ahora a contar con un nivel de detección mucho mayor del que se tenía desde hace cinco o diez años, por ello ahora en Tenerife se ha observado “un cambio apreciable, no demasiado significativo” por la instrumentación con la que ahora se cuenta.
Por su parte, el director del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Nemesio Pérez, ha destacado la importancia de transmitir seguridad, dentro de que “los científicos también se pueden equivocar”, porque hablamos en términos de probabilidad y de procesos que ocurren a muchos kilómetros de profundidad.
“Indudablemente, la isla de Tenerife tiene un sistema de vigilancia volcánica mucho mejor que el que tenía hace 25 años. Evidentemente, todavía hay mejoras que hacer”, ha añadido.
A la población, Pérez ha tramitido “seguridad” porque se está haciendo el trabajo que corresponde, con una estrecha colaboración entre administraciones e instituciones, y que “sigan a pie de juntillas las indicaciones de los responsables de emergencia de la comunidad”.
MEJORAR LOS MAPAS DE RIESGO
Desde el Gobierno de Canarias, representado por el consejero Manuel Miranda, y el Cabildo de Tenerife, a través de la consejera Blanca Pérez, han expresado la importancia de informar población todos aquellos riesgos en materia de emergencias en las islas, en este caso en volcanes, y, a partir de ahí, basándose en la experiencia y el rigor científico, para tomar las decisiones oportunas en cada situación.
En concreto, el consejero de Política Territorial, Manuel Miranda, ha avanzado que la Dirección General de Emergencias trabaja actualmente con el INVOLCAN y el CSIC en sendos proyectos para mejorar y mantener al día los mapas de riesgo. Ha añadido, además, que las conclusiones de las sesiones de trabajo del comité científico serán públicas y estarán a disposición de la ciudadanía en la web de la consejería.
A la reunión han acudido técnicos de la Dirección General de Emergencias, del Instituto Geográfico Nacional, del Instituto Geológico y Minero de España, del Instituto de Oceanografía, de la AEMET, el CSIC, el INVOLCAN y las dos universidades públicas canarias, junto con autoridades regionales, como el consejero Manuel Miranda, e insulares, como la consejera Blanca Pérez.
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