El sospechoso retuvo a un total de 5 personas durante su huida y fue detenido en Murcia
BARCELONA, 22 (EUROPA PRESS)
La Fiscalía pide 46 años y 7 meses de prisión para el joven que presuntamente asesinó a un instructor de un club de tiro de Canovelles (Barcelona) el 8 de abril de 2023 y posteriormente retuvo a varias personas para conseguir huir hasta Murcia, donde finalmente fue detenido.
En su escrito de acusación, avanzado por ‘El País’ y consultado por Europa Press, el fiscal Félix Martín sostiene que el joven elaboró un plan criminal para el cual necesitaba tener en su poder armas de fuego, por lo que el 8 de abril de 2023 acudió al Club de Tiro Precisión Granollers, en Canovelles, donde estuvo realizando unas prácticas.
Tras pedir hasta 3 armas de distinto calibre –dos de ellas de forma simultánea–, “empezó a vigilar los movimientos” del instructor, que se encontraba limpiando la galería.
Aprovechando que en aquel momento no había ninguna otra persona supervisando el local y que el instructor estaba barriendo una cabina y se encontraba de espaldas, el procesado se acercó a escasos metros de él y le descerrajó 5 disparos con un revólver, lesiones que le provocaron la muerte a los pocos minutos.
“ME HAN MATADO”
En ese ínterin, un socio del club, que regresó a la galería porque se había olvidado las gafas, se encontró al instructor malherido y balbuceando “me han matado, me han disparado” y decidió perseguir al sospechoso, que apretó el gatillo sin éxito porque la pistola estaba descargada.
El procesado abandonó el club con dos armas en su poder –un revólver Smith & Wesson de calibre 38 y una pistola Daewoo 9mm– y forzó a un vehículo que circulaba por la calle a que se detuviera colocándose delante; el acusado se subió en la parte trasera y obligó al conductor a llevarlo hacia Barcelona mientras encañonaba a su esposa, que estaba sentada en el asiento del copiloto, en la nuca.
Una vez en una estación de servicio, el acusado se acercó a una mujer que repostaba su coche y, tras exhibir una de las armas la obligó a conducir hasta otra gasolinera de Barcelona, en el barrio de Pedralbes, mientras con el móvil de la víctima consultaba el GPS y revisaba las noticias para saber si la prensa ya se había hecho eco del crimen.
Fue allí donde el procesado se fue acercando “sigilosamente” a un vehículo en el que había dos amigas, abrió la puerta trasera y se sentó en la parte posterior, las amenazó con el arma y les exigió que entregaran sus móviles y que condujesen hasta Murcia, a donde llegaron a primera hora de la mañana del 9 de abril.
Allí, ambas lograron convencer al chico de que las dejase marchar y, pese a estar “fuertemente impresionadas”, consiguieron conducir hasta otra localidad alertar a la policía, que detuvo al sospechoso a las 8.30 en las inmediaciones de una estación de tren con las dos armas en su poder, de las que intentó echar mano en el momento de su arresto.
46 AÑOS Y 7 MESES DE CÁRCEL
Por estos hechos, la Fiscalía pide 46 años y 7 meses de cárcel por los delitos de asesinato con alevosía –pues la víctima no tuvo oportunidad de defenderse–, homicidio en grado de tentativa, hurto agravado y 5 delitos de detención ilegal.
Además de la pena privativa de libertad, el fiscal pide que no pueda comunicarse ni acercarse a menos de 1.000 metros a los familiares de la víctima mortal durante 33 años una vez cumplida la condena de prisión, así como al resto de víctimas durante entre 7 y 10 años.
También pide que indemnice con un total de 245.000 euros a los familiares del fallecido, con 10.000 al testigo de la galería de tiro, con 3.000 al matrimonio, con 7.000 a la mujer y con 20.000 a las amigas que lo llevaron hasta Murcia.
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