MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
Un estudio realizado por McKinsey & Company concluye que España y Portugal están en una posición privilegiada para acelerar la reindustrialización de Europa y convertirse en centros estratégicos de industrias críticas, lo que permitiría que el PIB de la región se incrementara hasta en un 15%.
Dicho estudio ha sido presentado en el contexto del Foro Económico Mundial en Davos por la Iniciativa Ibérica de Industria y Transición Energética (IETI), en un evento con Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, junto con los CEO y presidentes de diversas empresas miembros de IETI como BBVA, EDP, Iberdrola, Moeve, Naturgy, Repsol y Santander.
El estudio estima también que dicho proceso podría generar aproximadamente un millón de empleos (700.000 en España y 300.000 en Portugal), aumentar los ingresos estatales entre un 5% y un 10%, y las exportaciones nacionales hasta un 20%.
La oportunidad radica tanto en industrias ya existentes, mejorando su competitividad, como en nuevas industrias emergentes en las que la región tiene una ventaja competitiva.
En cuanto a energía, señala que España y Portugal se encuentran en una posición de liderazgo para convertirse en los proveedores de energía más rentables de Europa.
De esta manera, la región podría impulsar la expansión continental de fuentes de energía renovable competitivas como la solar, la eólica y las baterías, estableciendo liderazgo y experiencia, y aprovechando los abundantes recursos renovables, una red capilar robusta existente que sirve como base para futuras mejoras, amplias extensiones de terreno para el desarrollo de energías renovables, y un mercado extenso de contratos PPA (30% del mercado de la UE en 2023).
Además, España y Portugal pueden potenciar la producción de biocombustibles y combustibles basados en hidrógeno para convertirse en líderes europeos, aprovechando el eficiente sistema de refino, su ubicación estratégica y su infraestructura existente (tercera mayor capacidad de refinado).
En el sector industrial, apunta que estos países podrían aprovechar la oportunidad para aumentar la competitividad de las industrias existentes, por ejemplo, gracias al menor coste de la energía y desarrollando más infraestructura para respaldar el crecimiento.
ATRAER INVERSIONES
Al mismo tiempo, considera que pueden atraer inversiones para escalar y localizar industrias emergentes de alto valor como los centros de datos energéticamente eficientes, convirtiendo la región en un lugar atractivo para empresas tecnológicas que buscan infraestructuras digitales con bajas emisiones de carbono.
Por otro lado, señala que la región también puede apoyar la transición hacia los vehículos eléctricos (EVs) mediante un suministro sostenible de baterías, promoviendo cadenas de valor locales y protegiendo los valores en la parte inicial de la cadena.
Por último, destaca que España y Portugal podrían acelerar la producción de combustibles sostenibles para todos los medios de transporte, utilizando materias primas renovables y creando nuevas cadenas de valor locales, mientras se mantiene la relevancia industrial y los empleos.
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