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Dos colegios forman parte de un proyecto piloto de la DPT acerca del consumo responsable y el ahorro de energía

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CALAMOCHA (TERUEL), 21 (EUROPA PRESS)

La Oficina de la Energía de la Diputación Provincial de Teruel (DPT) ha lanzado el nuevo proyecto 50/50 destinado a motivar el cambio en la percepción y en los hábitos con el uso de la energía entre la comunidad educativa. Se trata de una iniciativa piloto innovador con el que sensibilizar e involucrar a los asistentes con el consumo responsable, el ahorro y la eficiencia energética.

Este martes se ha presentado en Calamocha, con la presencia del diputado de Asistencia a Municipios y la Oficina de la Energía de DPT, Antonio Abad; el alcalde de Calamocha, Manuel Rando; el Jefe de Programas Educativos del Servicio Provincial de Educación, Pablo de Jaime; la directora del Colegio ‘Ricardo Mallén’, Silvia León; y la responsable de la entidad encargada del proyecto, Aeioluz, Paula Contreras.

La Oficina de la Energía de la Diputación llevará a cabo este proyecto piloto este curso con el CEIP ‘Ricardo Mallén’ de Calamocha y el CRA ‘Cuna del Jiloca’, con aulas en Santa Eulalia, Torrelacárcel, Villafranca del Campo y Villarquemado.

Si funciona se trasladará a otros centros, porque “todos ganan”, ha afirmado el diputado Antonio Abad: “Si se consiguen esos ahorros importantes, por supuesto que hay un retorno respecto a lo invertido, los ayuntamientos ahorran, los colegios mejoran y los niños llegan a ver un premio, y no solo se queda aquí”, son enseñanzas que los niños llevan a casa, se crean unos consejos de la energía en cada centro, empiezan a ver cómo funcionan las asociaciones, esas dinámicas de grupo, el trabajo entre distintas asociaciones y organismos no queda solo en la energía, va más allá”.

Han informado de que los proyectos 50/50 son una herramienta para motivar el cambio de hábitos y cambiar la percepción de la energía como algo lejano y abstracto, en el que hay poco margen de actuación. Surgieron en 1994 en Hamburgo (Alemania) como una iniciativa de la administración pública para promover el ahorro de energía en colegios mediante incentivos monetarios.

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Su filosofía consiste en establecer un beneficio directo para el colectivo de personas que hacen uso de una instalación y que, en muchas ocasiones, no perciben los costes asociados al consumo de energía ni se benefician directamente de los posibles ahorros.

La base del proyecto era asignar el 50% de los ahorros generados por la reducción en el consumo de energía al centro educativo, mientras que el otro 50% se convertiría en ahorro económico para la administración responsable de pagar las facturas de energía, generalmente el ayuntamiento.

Todo ello, con el objetivo de conseguir un nuevo modelo energético más sostenible y un cambio de paradigma en la sociedad. El Jefe de programas Educativos del Servicio Provincial de Educación, Pablo de Jaime, ha resaltado las ventajas del proyecto: “Incidía positivamente en los aspectos económicos, en este caso para los ayuntamientos, y por otro lado, lo que es la metodología y formación se queda en el centro. Va a ser un cambio en la forma de funcionar.

Pablo de Jaime ha apuntado que el Servicio Provincial se ha encargado de seleccionar el centro. “Buscábamos centros con un gran número de alumnos, porque este es un programa que da un retorno en números, entonces se puede comparar y ver la efectividad del programa en una cuantía. Centros con más alumnado iba a dar, en principio, un mejor resultado. Como es un pilotaje, esta metodología se queda en los centros implantados, tres localidades implantadas en el triángulo del frío, por lo que puestos a hacer ahorro energético, consideramos que estos tres centros eran bastante”.

El alcalde de Calamocha, Manuel Rando, ha incidido en la sensibilización, diciendo lo siguiente: “Creo que algo fundamental de este proyecto reside en la concienciación de los niños, que lo que aprenden en el colegio lo trasladan a las casas. Hace falta que en nuestras casas ahorremos energía en pequeñas cosas, y esto luego lo podemos desarrollar en otros ámbitos, y así, a nivel social, tomar conciencia de que la energía es un bien preciado y lo tenemos que cuidar en beneficio de todos”.

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La entidad Aeioluz es la encargada de realizar las actividades. La técnico, Paula Contreras, ha dicho que se trabaja con los niños “para que a través de ellos se vayan identificando desde donde, y gracias a que tenemos de lado acompañando a los ayuntamientos, podemos ir viendo cómo va mejorando nuestro consumo de todos estos suministros.

Al final del curso se hace un cálculo de lo que hemos ahorrado en emisiones, kw/hora, y dinero. De esta cantidad ahorrada, la mitad se va a reinvertir en el centro para hacer que sea más eficiente, y la segunda mitad es un aliciente para que motive al alumnado, un premio que decidirá el equipo energético y puede ser cualquier cosa, en otros centros por ejemplo han hecho un rocódromo, una mesa de ping pong, juegos para el patio”.

En estos casos ha existido el beneplácito de los equipos directivos y el compromiso por parte del Ayuntamiento de destinar el 50% del ahorro a inversiones para el centro escolar y el otro 50% ponerlo a disposición del centro para que ellos decidan en lo que se lo quieren gastar.

LAS FASES DEL PROYECTO

La primera fase de este proyecto se desarrolló en el mes de diciembre pasado y ha consistido en la organización, asesoramiento y preparación con el personal clave de los centros educativos que formarán parte del equipo energético.

Este equipo recopilará el historial mensual de consumo y gasto de energía y del agua del centro durante los últimos tres cursos escolares completos (2021-2022, 2022-2023 y 2023-2024), así como los datos del año en curso, para realizar un seguimiento de los objetivos y calcular el ahorro económico, en recursos, y la reducción de emisiones.

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Desde enero y hasta el mes de mayo se desarrolla la segunda fase, en la que se llevan a cabo talleres formativos tanto para el equipo energético como para la comunidad educativa.

Formación en el uso eficiente de la energía y el agua, así como comprensión de la factura de la luz y alternativas de contratación y autoconsumo y energías renovables. Se realizarán varias sesiones sobre ahorro y eficiencia con el equipo energético para implementar acciones de cambio de hábitos de manera participativa y evaluar su impacto en las facturas de los distintos suministros del centro.

Estas sesiones se enfocan en aspectos prioritarios como climatización, iluminación, equipos informáticos y TIC, y agua caliente, considerando también la eficiencia pasiva en elementos como puertas, ventanas y persianas.

Asimismo, se introducirá al equipo energético a una herramienta con una hoja de cálculo que servirá como guía durante todo el proyecto, además de la comprensión de conceptos como eficiencia, consumo y gasto, sentando así las bases para que todos los participantes interioricen la metodología de trabajo.

Por último, en el mes de junio, se realizará una reunión de seguimiento con la finalidad de compartir los datos de la hoja de cálculo que servirá como guía de trabajo en todo el proceso del proyecto 50/50. Con todo ello se elaborará un informe energético final con indicadores y donde consten los logros obtenidos a través de las acciones implementadas. Será entonces cuando el equipo energético decidirá sobre el uso del 50% de los ahorros y el 50% para la inversión en mejoras de eficiencia energética del centro.


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