El libro está protagonizado por una familia de erizos en un mundo animal
BARCELONA, 21 (EUROPA PRESS)
El escritor y periodista barcelonés Jordi Nopca aborda el desconcierto del cambiante mundo actual en la “fabula con la complejidad de una novela” ‘El futur és una petita flama’ (Proa) protagonizada por una familia de erizos y en la que explora temas como la paternidad, el ecologismo, el autoritarismo, el amor, la convivencia o la amistad.
En rueda de prensa este martes, Nopca ha asegurado que el hecho de que animales protagonizaran la historia en un mundo similar al humano fue una decisión “singular y arriesgada”, pero necesaria para expresar todo lo que quería, no autocensurarse y evitar paralelismos que se harían automáticamente.
Ha afirmado que la materia prima del libro es delicada, desde el punto de vista íntimo con la transformación que supone criar un hijo, y desde la perspectiva política porque el mundo en el que transcurre la historia es “convulso, desconcertante, peligroso, con muchas trampas y corrupto”.
En ‘El futur és una petita flama’, una familia de jóvenes erizos tiene un hijo, cuestión que les cambia la vida, a la que suman la vuelta al trabajo, la creciente inestabilidad política y social y las decisiones que obligan a tomar partido.
Nopca (Barcelona, 1983) ha afirmado que el libro se pregunta por cuestiones como el autoritarismo, el ecologismo, la convivencia y la destrucción fruto del “sufrimiento y el sentido de desconcierto” que hace que escriba sobre ello.
CONEXIÓN PATERNIDAD-CAMBIOS SOCIALES
El autor ha bromeado que tener un hijo es “el inicio del incendio”, pero que la recompensa es mayor que el sufrimiento, y ha remarcado que la idea de la novela era conectar la conexión íntima de ser padre con una serie de cambios sociales que hace que el mundo no sea el mismo y sea más oscuro y deshonesto.
Nopca ha dicho que también es una novela sobre “plantarse y decidir el mundo que se quiere para uno mismo, los suyos y el mundo”, y que en ese sentido tener un hijo hace que valga la pena luchar más allá del yo.
El periodista del diario ‘Ara’ ha afirmado que tuvo claro escribir la fábula con los mecanismos de la novela y que no fuera una historia “clara ni obvia” con unos personajes que no fueran puros y tuvieran secretos.
Ha dicho que optó por que fuera un erizo el protagonista para representar a alguien “tímido, que se siente frágil, es curioso y necesita siempre protegerse”, ha subrayado que las púas del erizo no son para atacar sino para defenderse, y ha añadido que es un animal que no tiene ninguna novela destacada.
Nopca ha explicado que le costó en un inicio abandonar el mundo de los humanos para adentrarse uno animal, pero que si tuvo dudas no fue tanto por el mundo animal sino por atreverse a hablar de temas muy grandes cuando hasta ahora se había fijado en lo “microscópico” en sus anteriores novelas.
El editor Josep Lluch ha asegurado que la novela sabe captar las “vibraciones” de un mundo frenético como el actual con una mirada lúcida con ironía y en la que la familia de erizos tienen la veracidad y complejidad de personajes humanos.
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