VALÈNCIA, 21 (EUROPA PRESS)
La Guardia Civil de Valencia no aprecia indicios de delito en la supuesta agresión sexual a una menor de 15 años que fue auxiliada por un conductor de un autobús de la Empresa Municipal de Transportes de València (EMT) al que se subió.
Según ha podido saber Europa Press, los presuntos autores de la agresión fueron identificados pero no detenidos puesto que, tras la prueba practicada, los agentes no encontraron indicios de delito.
No obstante, la Guardia Civil ha remitido al juzgado toda la prueba practicada en este procedimiento por si no coindidiera con su valoración. También se informó a la menor de que podía emprender acciones civiles si lo estimaba oportuno.
Los hechos se remontan a la tarde del domingo, cuando una menor de 15 años se subió a un autobús de la EMT, en la línea 23, en la última parada de Pinedo “muy alterada” y se sentó justo detrás del conductor.
El conductor, según informaron en su momento fuentes municipales, advirtió de que la joven no se encontraba bien y siguió su itinerario hacia Castellar “muy pendiente” de ella.
El recorrido implicaba varias curvas y atravesar la autovía de El Saler por debajo, por el paso conocido como ‘el tubo’. En la siguiente parada, la primera en dirección Castellar, tres hombres subieron corriendo al mismo autobús tras haber cruzado la autovía por la pasarela de arriba.
Según el consistorio, los tres hombres se colaron en el vehículo sin pagar, se enfrentaron al conductor y ocuparon diferentes asientos alrededor de la menor. En ese momento, la adolescente se acercó al chófer y le explicó que los tres la venían persiguiendo y le habían intentado agredir sexualmente y “de manera repetida”.
El conductor activó el protocolo de agresiones de EMT, alertó al centro de control de la compañía y bloqueó por completo las puertas. Al ver que la niña estaba arropada por el conductor y que había otras cinco personas en el autobús, los tres presuntos agresores exigieron al chófer bajarse “de inmediato”.
Sin embargo, el conductor se enfrentó a ellos y les explicó que eso no era posible, lo que, según el consistorio, provocó que se vivieran momentos “muy tensos” en el vehículo. A los pocos minutos, varias patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil alcanzaron al autobús, momento en el que el conductor abrió las puertas.
Los agentes de la Guardia Civil practicaron varias identificaciones y, tras realizar averiguaciones, decidieron no detener a los presuntos agresores al no apreciar indicios de delito.
- Te recomendamos -
