MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, y la presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), María José García-Pelayo, coincidieron este martes en la necesidad de buscar fórmulas que permitan “coordinarse mucho mejor para ser más efectivos” en políticas de juventud e infancia.
Lo dijeron en declaraciones a los periodistas antes de reunirse con sus respectivos equipos en la sede de la Federación Española de Municipios y Provincias en Madrid.
Sira Rego definió el encuentro con la Junta Directiva de la FEMP como “muy importante” y resaltó el “papel fundamental del municipalismo para construir nuestro país”. Esto le sirvió para poner de manifiesto la necesidad “crucial” de “coordinar mecanismos de colaboración” con la Federación Española de Municipios y Provincias para que “las buenas experiencias y las demandas de los municipios formen parte de la agenda del Ministerio de Juventud e Infancia”.
También apuntó la importancia de involucrar a los ayuntamientos en el desarrollo de un pacto de Estado contra la pobreza infantil y en la construcción de “entornos digitales seguros”, y se puso a disposición de éstos para articular un mecanismo que “active el acceso a los fondos europeos para corregir la brecha” de pobreza y desigualdad en la infancia.
Tras sugerir la pertinencia de diseñar “programas de formación” para los profesionales que trabajan con niños vulnerables, reiteró la necesidad de construir una “agenda de colaboración más estrecha, más directa” con la FEMP.
Por su parte, María José García-Pelayo reseñó que los consistorios diseñan políticas para que los pueblos y las ciudades sean “habitables, atractivos para la gente joven” y señaló que es un “reto compartido” con el Gobierno “dejar a las nuevas generaciones pueblos y ciudades mucho mejores de lo que nos los hemos encontrado”.
Indicó que la presidenta de la FEMP trasladará a la ministra de Juventud e Infancia los planes de los ayuntamientos en materia de juventud y la necesidad de “coordinarse mucho mejor para ser mucho más efectivos” en políticas de juventud e infancia.
Comentó que la pobreza infantil, la pobreza energética y la soledad son retos acuciantes en esta materia, a los que hay que añadir “el uso ordenado de las nuevas tecnologías, de tal manera que los jóvenes crezcan sanos, con criterio y sin verse vinculados en sus decisiones a esos aparatos que parecen que condicionan la vida”.
También instó a apoyar a la “red familiar, sea del tipo que sea” y reflexionó sobre la conveniencia de que “los jóvenes crezcan en familias, en ámbitos sociales que les hagan promover y practicar principios esenciales, como el respeto a la igualdad, la conciliación, el reparto de las tareas y el respeto a la diversidad”.
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