El estudio quiere ayudar a los docentes a desarrollar sus competencias
TARRAGONA, 21 (EUROPA PRESS)
Una investigación de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona ha desarrollado una herramienta de autoevaluación para analizar, apoyar y mejorar el diseño, la implementación y la evaluación de actividades educativas mediante diferentes tipos de dispositivos móviles.
El trabajo, publicado en ‘Applied System Innovation’, tiene como objetivo contribuir a integrar estas tecnologías en el proceso educativo y ayudar al profesorado a desarrollar competencias en esta área, según informa la URV en un comunicado de este martes.
La herramienta, destinada a mejorar la aplicación pedagógica de móviles, tabletas y portátiles, está diseñada para ser utilizada por la comunidad educativa “en su conjunto”, así como facilita la reflexión y análisis del personal docente, y les proporciona recursos educativos personalizados para mejorar sus prácticas pedagógicas.
UNA ACEPTACIÓN “DE MODERADA A ALTA”
Para desarrollar la investigación, se evaluó su uso entre 327 docentes de 62 centros educativos a través de un cuestionario; de las respuestas se desprende que existe una aceptación “de moderada a alta” del dispositivo móvil, que puntuó con una media de 70,65 sobre 100.
Los participantes destacaron la facilidad de uso y la integración de funciones, especialmente en etapas avanzadas de primaria, siendo el ciclo medio en el que se detectó una mejor percepción del uso pedagógico de dispositivos móviles (8 sobre 10); en cambio, la puntuación más baja se registró en educación infantil, con una media de 6,5.
El estudio ha identificado diferencias de género en las autoevaluaciones: los profesores hombres tienden a puntuarse entre un 10% y un 15% más alto en competencias tecnológicas en comparación con las mujeres.
FORMACIÓN Y APOYO INSTITUCIONAL
La investigación destaca la importancia de la formación continua y el apoyo institucional para lograr una integración “efectiva” de las tecnologías móviles en las aulas, y sus resultados demuestran que dicha integración promueve un aprendizaje más interactivo, personalizado y accesible para todos los estudiantes.
La colíder del estudio y miembro del Departamento de Pedagogía de la URV, Judith Balanyà, concluye que la tecnología por sí misma no es “ni buena ni mala”, sino que su valor radica en cómo se utiliza y con qué propósito.
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