MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
Las pequeñas y medianas empresas españolas, que representan el 99,8% del total, son más pequeñas que sus homólogas europeas, con una ocupación media de 4,8 personas, frente al promedio de 5,9 ocupados en Europa.
Así se desprende del último informe de crecimiento empresarial de Cepyme, que refleja que España tiene una mayor proporción de empresas pequeñas en relación con los países del entorno.
Las diferencias más acusadas se establecen al comparar la ocupación media de la empresa en España con la de países como Alemania, con 11,9 ocupados, Reino Unido (8,7) e incluso con Austria y Dinamarca, con 7,6 y 7,3, respectivamente.
El número de medianas empresas en España (18.123 en 2022) debería aumentar un 36% para alcanzar la media de los principales países europeos, lo que supondría que debería haber 24.735 empresas medianas. Aunque en los últimos años se ha registrado una ligera tendencia hacia el incremento de tamaño empresarial, esta todavía es insuficiente para atajar la brecha existente con la media europea.
PRODUCTIVIDAD Y BAJOS SALARIOS
Las empresas de menor tamaño arrojan una productividad a su vez mucho más baja que las de mayor tamaño. De hecho, las microempresas son tres veces menos productivas que las empresas que tienen 250 empleados.
Las empresas de menor tamaño son también más vulnerables a la hora de afrontar crisis económicas como la financiera de 2008 o la más reciente de la pandemia. En conjunto, las pymes registran una vida media de no más de 14 años.
Las empresas sin empleados tenían en 2022 una edad media inferior a nueve años. Un 45,4% de las empresas con uno o dos empleados no supera los siete años y solo un 20,6% de las mismas supera los 20 años. En cambio, un 33,9% de las compañías con al menos 20 asalariados tiene más de 20 años, mientras que una proporción similar (35,7%) no excede los siete años de vida.
Los salarios también son menores en las empresas más pequeñas, por sus menores recursos y productividad. El salario medio en las empresas de menos de 50 trabajadores es de 1.659 euros, frente a 2.268 euros en las empresas de más de 200 trabajadores; un 26,8% menos.
Además, su capacidad para acometer actividades de comercio internacional es más limitada. Las microempresas españolas que exportan lo hacen por un valor medio de 276.000 euros, según datos de 2022, lo que resulta un 40% menos que la media de sus homólogas europeas.
En este sentido, Cepyme reclama un marco normativo que tenga en cuenta las necesidades de las pymes y que incentive su crecimiento, en lugar de la actual proliferación de normas y reformas que generan incertidumbre, mayores cargas y encarecen los costes de las empresas, en especial de las pymes, como es el caso de la reducción por ley de la jornada laboral, el nuevo aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o el incremento de cotizaciones.
“El incremento del 73% del SMI aprobado en los últimos años, desde 2016, resulta especialmente gravoso para la empresa de menor tamaño, ya que le supone un fuerte aumento de costes sin apoyarse en un incremento similar de su productividad, retrotrayendo que pueda destinar sus recursos a la inversión, entre otras cuestiones”, se queja Cepyme en su informe.
Y profundiza esta patronal en sus críticas, denunciando que España tiene uno de los sistemas fiscales “más complejo y menos favorable” para la actividad económica y para el crecimiento de las empresas, con uno de los tipos más altos en el Impuesto sobre Sociedades y en cotizaciones.
En concreto, España registra el quinto tipo de cotizaciones más alto de los países europeos, tan solo superado por Francia, Holanda, Eslovaquia y República Checa. En estos cuatro países se reparte la carga con el trabajador.
ABSENTISMO
En otro orden de cosas, Cepyme señala que las pymes también se ven especialmente perjudicadas por factores como el elevado incremento del absentismo, que se mantiene en tasas del 7% desde la pandemia. Debido al mayor peso relativo del empleo en las empresas de menor dimensión, una baja supone un mayor contratiempo para el normal desarrollo de la actividad en una empresa pequeña.
Además, el informe pone de manifiesto la creciente carga burocrática que sufren las empresas. En 2023, el número de páginas editadas en los boletines oficiales del Estado y de las comunidades autónomas rebasaron, por tercer año consecutivo el millón de páginas; concretamente, 1,27 millones de páginas, con una media cercana a las 5.100 páginas por día laborable.
“Esta enorme carga normativa perjudica especialmente a las pymes, que deben dedicar a gestionar estas obligaciones burocráticas buena parte de los recursos que podrían emplear para mejorar su actividad e impulsar su crecimiento”, asevera la patronal de pymes.
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