BURGOS, 17 (EUROPA PRESS)
La Guardia Civil ha levantado acta denuncia por una infracción a la normativa de contrabando al propietario de un puesto ambulante del mercadillo que se celebra en una localidad burgalesa de la comarca Odra-Pisuerga, al poner a la venta prendas de ropa de marca falsificada y sin declarar.
Una vez que se ha comprobado que se tratan de imitaciones o falsificaciones, se han instruido a su vez diligencias policiales, por lo que de forma paralela el infractor ha sido también investigado, como presunto autor de un delito contra la propiedad industrial, tras la denuncia interpuesta por una de las marcas afectadas.
Los hechos ocurrieron hace unos días cuando, efectivos del Destacamento Fiscal y de Fronteras Aduana de Villafría, efectuaban una inspección en los puestos de un mercadillo municipal al aire libre, para detectar la posible comercialización ilegal de falsificaciones de productos relacionados principalmente con el sector textil y del calzado.
El género expuesto en uno de los puestos llamó la atención de los agentes ya que era ropa interior masculina y calcetines de contrastadas marcas comerciales registradas, que presentaban ciertas peculiaridades, lo que les hizo recelar, también su precio, claramente por debajo de la media del mercado.
El propietario, S.J.R, de 25 años, no pudo demostrar su lícita procedencia, ya que carecía de cualquier tipo de documento, factura o albarán que lo amparase. Al no poder acreditar su legal adquisición fueron incautadas 658 prendas.
No obstante, se practicaron otras pesquisas con las marcas comerciales afectadas, cuyo peritaje ha demostrado que, efectivamente, se trataba de falsificaciones del producto original. Estas prendas -en el supuesto de ser auténticas- tendrían un valor en el mercado legal que podría superar los 4.500 euros.
Por este motivo, y tras la denuncia interpuesta por una de las firmas comerciales afectadas -como perjudicada en la causa-, paralelamente, también se han instruido diligencias judiciales, en las cuales figura el infractor en calidad de investigado, como supuesto autor de un delito contra la propiedad industrial, ya que los efectos decomisados violan patentes registradas.
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