ACNUR dice que los combates “ahondan una de las crisis humanitarias más alarmantes y de las que menos se informa del mundo”
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Alrededor de 237.000 personas se han visto desplazadas en las dos primeras semanas del año a causa del repunte de la violencia en el este de República Democrática del Congo (RDC), según ha afirmado este viernes la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ha expresado su “alarma” por la situación, que tiene su epicentro en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur.
La portavoz de ACNUR, Eujin Byun, ha afirmado este viernes que “el repunte de los enfrentamientos entre grupos armados no estatales y el Ejército congoleño en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur están ahondando una de las crisis humanitarias más alarmantes y de las que menos se informa del mundo, marcada por violaciones generalizadas de los Derechos Humanos y desplazamientos forzosos masivos”.
“Estas dos provincias acogen ya a 4,6 millones de desplazados internos, lo que convierte a RDC en uno de los países del mundo que acogen a más personas desarraigadas de sus hogares dentro de sus propias fronteras”, ha recordado, antes de trasladar a todos los actores implicados que “ya es hora de que la paz prevalezca”, algo que “va en interés de la región y la humanidad”.
Así, ha especificado que entre el 1 y el 6 de enero se registraron 150.000 desplazados a causa de los “intensos combates” en los territorios de Masisi y Lubero, en Kivo Norte. Estas personas se desplazaron en un inicio hacia Masisi, al noroeste de Goma, si bien tuvieron que huir nuevamente “ante la expansión de la violencia”.
“Al mismo tiempo, en el territorio de Fizi, en Kivu Sur, el gobierno local ha informado de que 84.000 personas se encuentran desplazadas y ha solicitado ayuda humanitaria a la comunidad internacional”, ha recalcado Byun, quien ha denunciado que “los civiles de ambas provincias sufren bombardeos indiscriminados y violencia sexual”.
“El uso de armamento pesado en áreas pobladas ha producido numerosas bajas civiles, incluidos niños y niñas”, ha señalado, al tiempo que ha ahondado en que la violencia ha dejado a los desplazados con una necesidad “desesperada” de “refugio, alimentos, agua potable y atención médica”.
Además, ha subrayado que esta situación “ha limitado gravemente el acceso humanitario a corto plazo”, mientras que “muchos buscan refugio en comunidades locales superpobladas, en albergues improvisados o en edificios públicos como hospitales”.
“Las ya graves condiciones humanitarias están empeorando rápidamente, y el acceso a estas poblaciones vulnerables está severamente restringido por la inseguridad, los bloqueos de carreteras y la presencia de actores armados violentos”, ha especificado Byun, quien ha detallado que “los combatientes estarían utilizando hogares de civiles como refugios, poniendo en mayo riesgo a los residentes al desdibujar la distinción entre combatientes y civiles”.
SITUACIÓN “FRÁGIL” E “INESTABLE”
En este contexto, ha resaltado que unas 25.000 personas pudieron regresar a sus hogares en Masisi tras una “pausa temporal” de los combates entre el Ejército y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) entre el 4 y el 9 de enero, si bien la reactivación de los combates obligaron a “muchas” personas a “huir nuevamente”.
“Esto pone de relieve la fragilidad e inestabilidad de la situación”, ha dicho. “La ciudad sigue sumida en un contexto de incertidumbre, en el que los civiles hacen frente a una continua violencia, que incluye el reclutamiento forzado y las sospechas por parte de los actores armados”, ha manifestado.
Byun ha apuntado que ACNUR está “preparado” para entregar ayuda a estas poblaciones “en cuanto el acceso humanitario lo permita” y ha recordado que la agencia “construyó y rehabilitó refugios para más de 95.000 personas en esta región en 2024 y distribuyó artículos domésticos de primera necesidad como mosquiteros, mantas y ollas para 45.000 personas”.
Por ello, ha reiterado la “urgencia” a la hora de abordar la “creciente crisis humanitaria” en el este de RDC y ha pedido “un acceso seguro y sin obstáculos para los trabajadores humanitarios, priorizar las medidas para proteger a los civiles, especialmente a mujeres y niños”.
“ACNUR sigue comprometido a apoyar a las comunidades desplazadas en el este de RDC, donde la magnitud de la crisis exige una acción inmediata para aumentar los esfuerzos de ayuda”, ha puntualizado, antes de agregar que la agencia ha pedido 226 millones de dólares (alrededor de 219,5 millones de euros) para abordar la crisis en 2025.
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