MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
La cifra de pueblos españoles sin agua potable por la presencia de nitratos procedentes de la actividad agraria y ganadera intensiva se duplicó en 2023 con respecto al año anterior, lo que afectó a más de 220.000 personas.
Según datos recientes del Ministerio de Sanidad sobre la presencia de nitratos en el agua de consumo humano, un total de 257 municipios responsables del suministro de agua potable tuvieron valores de nitratos por encima de los 50 miligramos por litro permitidos por la normativa en alguna de sus redes de distribución.
Esta contaminación dejó sin agua apta para el consumo humano a al menos 220.000 personas y la cifra de municipios se duplicó con respecto a 2022, cuando hubo 171 localidades afectadas.
Según Ecologistas en Acción, ese número podría ser mayor porque los datos del Ministerio de Sanidad abarcan el 84% de la población censada en 2023 y dejan fuera del estudio a las zonas de abastecimiento con menos de 50 habitantes o las que suministran menos de 10 metros cúbicos de agua al día.
El principal caso de contaminación se produjo en Torrejoncillo del Rey (Cuenca), donde un litro de agua de consumo humano contenía 493 miligramos de nitratos, casi 10 veces más que el límite permitido por la ley, lo que la hacía tóxica para su consumo.
Los mayores datos de contaminación del agua de consumo se detectaron en poblaciones de Castilla-La Mancha, Castilla León, Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía.
La contaminación del agua por nitratos está producida por el uso masivo de abonos nitrogenados en la agricultura intensiva, así como por las macrogranjas de ganadería intensiva, según Ecologistas en Acción.
Como ambas actividades han crecido en España, era previsible que también lo hiciera esta contaminación. Como ejemplo, los 155 miligramos de nitratos por litro en el agua de Basella (Lleida), con solo 25 habitantes censados, pero con una amplia cabaña ganadera (24.325 cabezas de porcino, 143.760 de aves de corral y 1.123 de bovino).
PROPUESTAS
Ecologistas en Acción apuntó el año pasado en un informe que a contaminación por nitratos daña acuíferos y aguas superficiales, en muchos casos de forma casi irreversible, y supone un grave riesgo para la salud humana.
Por ello, reclamó que se intensifiquen los controles en el agua de abastecimiento a poblaciones en todos los municipios españoles con el fin de detectar los incumplimientos en materia de nitratos.
Asimismo, exigió al Gobierno y a los partidos políticos que modifiquen el Real Decreto 3/2023 de agua de consumo humano para reducir el valor límite máximo permitido (50 mg/litro), ya que estudios recientes concluyen que este valor no es suficiente para proteger a la población, especialmente frente a enfermedades como el cáncer colorrectal.
Además, consideró necesario que se reduzca el uso de abonos nitrogenados y se frene la expansión de la agricultura y ganadería intensiva.
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