‘Gilda’ hizo de Rita Hayworth la máxima estrella de Hollywood de los años 40
Un guante y una bofetada la convirtieron en mito erótico y prototipo de la ‘femme fatale’. Gilda hizo de Rita Hayworth la máxima estrella de los años 40. El 17 de octubre de 1918 en Nueva York, ahora hace 100 años, nacía Margarita Carmen Cansino, hija de un bailarín de origen sevillano que abusó de ella y la explotó como bailarina en su incipiente carrera artística.
Fue con Sólo los ángeles tienen alas (1939), de Howard Hawks, que empezó a despuntar y se fue consolidando con filmes como Sangre y arena (1941), de Rouben Mamoulian, La pelirroja (1941), de Raoul Walsh, o musicales donde desplegaba sus habilidades en el género como Nunca fuiste tan encantadora (1942), de William A. Seiter, hasta llegar al fenómeno de Gilda (1946), de Charles Vidor, que también supuso el comienzo de una cierta decadencia.
Con algunas chispas de sus mejores trabajos como actriz en títulos como Pal Joey (1957), de George Sidney, o Mesas separadas (1958), de Delbert Mann, la carrera de Hayworth entró en una decadencia imparable, agravada por el alzhéimer precoz que acabó con su vida a los 68 años.
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