MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, dejó claro este miércoles el posicionamiento de Sumar, formación de la que es portavoz, en torno a la reducción de la jornada laboral: “Se tiene que producir este año y tramitar con urgencia” y del “texto surgido del diálogo social no se puede tocar ni una coma”.
Lo dijo en una entrevista en laSexta preguntado por las tensiones habidas entre el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Economía acerca de los tiempos para implantar la reducción de la jornada laboral.
Urtasun comentó que la reducción de la jornada laboral “se tiene que producir este año y tramitar con urgencia, que es lo que tenemos firmado en el marco del Gobierno de coalición” y recordó que esta medida no es cruzada en solitario de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, sino una decisión surgida del “acuerdo del diálogo social”, en referencia a la entente firmada por ésta con los sindicatos.
Esto le sirvió para dejar caer que “sería la primera vez que el Gobierno modifica un texto surgido del diálogo social, y esto es algo que no vamos a aceptar” en el espacio de Sumar.
Por ello, manifestó que la reducción de la jornada laboral se llevará a cabo a partir de las tres siguientes premisas: “Se aplicará este año, se tramitará por urgencia y no se va a modificar ni una coma de lo acordado con los agentes sociales”.
Yolanda Díaz y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, mantuvieron este lunes una reunión sobre la reducción de la jornada laboral que concluyó con “un ánimo cordial y constructivo” y anunciaron que seguirán negociando.
Este encuentro tuvo lugar después de que con el nuevo año la vicepresidenta denunciara que Cuerpo estaba en contra de reducir la jornada, lo que supondría, a su juicio, incumplir el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar, lo que calificó de “muy grave”. Llegó incluso a advertir de que rechazar esta medida era “casi de ser un poco mala persona”.
Esto fue desmentido por Economía y el propio ministro del ramo, quien incidió en que la rebaja del tiempo de trabajo es una “prioridad” de su departamento, aunque recordó que se deben buscar apoyos parlamentarios suficientes para que se pueda aprobar. Este punto es clave, puesto que el respaldo de Junts y del PNV no está garantizado por ahora y al texto le aguarda una compleja negociación.
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