MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Un acusado de intentar quemar a un indigente mientras dormía ha negado en el juicio que prendiera fuego a su edredón, pero los testigos que presenciaron los hechos le han delatado manifestando que la víctima estaba en llamas y que tuvieron que socorrerle.
“Se lo ha buscado”, habría comentando el encausado a las personas que acudieron el 18 de febrero de 2024 a auxiliar al afectado, quien en esos momentos dormía bajo unos cartones en un parque del barrio madrileño de Tetuán.
En el juicio, el procesado ha relatado que conocía a la víctima porque había dormido varios días en su casa y que el día de los hechos durmió en la calle, negando haber prendido su edredón con dos mecheros.
Un vecino de la zona vio cuando paseaba por los alrededores una fogata y al acercarse, observó cómo una persona estaba completamente llamas. Rápidamente, le socorrió y logró apagar el fuego. Tras intercambiar algunas palabras con el acusado, le siguió hasta que la Policía le detuvo. “Si no le hubiera ayudado, se hubiera muerto”, ha aseverado el testigo.
Los agentes de la Policía Nacional que detuvieron al acusado le intervinieron varios mecheros, indicando que la víctima estaba aturdida cuando trataron de despertarle. En la zona había signos evidentes de incendio y el herido olía a químico.
Por su parte, el afectado ha negado que conociera al acusado y ha manifestado que se despertó cuando los testigos le auxiliaron de las llamas.
La Fiscalía de Madrid solicita nueve años de prisión para el encausado por un delito de asesinato en grado de tentativa. El escrito de acusación señala que sobre las 22.30 horas del 18 de febrero de 2024 J. I. A. A. se dirigió a la calle Doctor Mariani de Madrid, donde se encontraba durmiendo, bajo unos cartones y cubierto con una manta, E. J. M. V.
En ese preciso instante, “con ánimo de acabar con su vida” y aprovechando la nula capacidad de defensa por parte de la víctima al encontrarse dormido, prendió fuego a la manta que le cubría sirviéndose de dos mecheros que llevaba.
Los hechos descritos fueron presenciados por S. G. P., quien se dirigió hacia la víctima y, tras pisar repetidamente la manta, consiguió sofocar el fuego y despertarle. Seguidamente, se dirigió al acusado y le dijo en voz alta “¿quieres matarle?”, a lo que él contestó repetidamente “eso es lo que a mí también me han hecho”.
Acto seguido, se marchó del lugar, siendo perseguido por el testigo quien, sin perderle de vista, llamó a la vez a la Policía que procedió a su detención.
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