MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
Un total de 1.154 personas perdieron la vida el año pasado en las carreteras españolas, lo que supone la cifra más alta desde 2019, en un contexto de récord histórico anual de viajes por vías interurbanas.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dio a conocer este viernes las cifras provisionales de la siniestralidad vial de 2024 en una rueda de prensa en Madrid acompañado de la subsecretaria del Ministerio del Interior, Susana Crisóstomo; el director de Tráfico, Pere Navarro; el director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, Álvaro Gómez, y el general jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Tomás García.
Los datos son provisionales y se refieren a siniestros en vías interurbanas contabilizados a un máximo de 24 horas tras los accidentes.
Marlaska señaló que el año pasado hubo 1.040 siniestros mortales en las carreteras (cuatro menos que en 2023), en los que fallecieron 1.154 personas (14 más) y otras 4.634 resultaron heridas graves (148 más).
Además, apuntó que la Dirección General de Tráfico (DGT) contabilizó 462.888.133 desplazamientos por carretera, un 3,15% más que en 2023. “En 2024 tuvimos un récord absoluto histórico en el volumen de movimientos de largo recorrido”, sentenció.
“DEMASIADO COSTE”
El año pasado se registro un promedio de 3,2 personas fallecidas cada día en las carreteras españolas y hubo 28 días sin víctimas mortales, cuatro más que en 2023.
“El volumen de desplazamientos por carretera en 2024 año ha crecido más que el número de siniestros mortales y de personas fallecidas el año anterior y eso es una buena tendencia”, comentó Marlaska.
El ministro añadió que “es cierto también que el plan de choque impulsado por la DGT la pasada primavera ha logrado reducir la tasa de crecimiento de la mortalidad en carretera, que en el primer trimestre del año llegó a ser de un 16%”.
No obstante, subrayó que “la cifra de 1.154 muertos es inasumible”. “Ni debemos ni podemos aceptar que la movilidad en carretera, indicio de la pujanza económica y social del país, tenga un precio tan alto. Una sola vida humana perdida en un siniestro vial es demasiado coste para una sociedad moderna y avanzada como la española”, apostilló.
REPUNTE EN FURGONETAS
Un total de 323 personas murieron en autopista o autovía (un 7% más que en 2023) y otras 831 en carreteras convencionales (un 1% menos), por lo que se mantiene en estas últimas vías concentran tres de cada cuatro víctimas mortales.
Por tipo de vehículo, 554 personas fallecidas viajaban en coche (cifra similar a la de 2023) y 79 en furgonetas, casi el doble que el año pasado.
Las salidas de la vía siguieron siendo el tipo de siniestro mortal más habitual (42% del total), por delante de las colisiones frontales (22%), las colisiones laterales (11%) y las colisiones traseras (11%).
En cuanto a los usuarios vulnerables, murieron 451 el año pasado (15 menos que en 2023), de los cuales 300 eran motoristas (idéntico dato), 102 peatones (18 menos), 46 ciclistas (uno más) y tres conductores de vehículos de movilidad personal (dos más).
Por otro lado, 156 de las personas fallecidas que circulaban en coche o furgoneta no llevaba puesto el cinturón de seguridad. “Si lo hubiesen utilizado, la mitad de ellos, 78 personas habrían salvado la vida”, aseguró Marlaska.
Además, 100 de los 300 motoristas muertos no usaban el casco, como tampoco 14 de los 46 ciclistas fallecidos.
“Es increíble que, todavía hoy, haya conductores que se lancen a la carretera en cualquier tipo de vehículo sin hacer uso de los elementos de seguridad diseñados para protegerles y salvar la vida. No hay explicación razonable para un comportamiento irresponsable”, apostilló Marlaska.
MÁS RADARES
Con estas cifras, Marlaska resumió: “El balance de siniestralidad vial correspondiente a 2024 es inasumible y, desde luego, ni la DGT ni el Ministerio del Interior vamos a quedarnos de brazos cruzados”.
Recordó que su departamento presentó el pasado abril “un plan de choque” para reducir la mortalidad en carretera porque esta aumentó un 16% en el primer trimestre de 2023 respecto a ese periodo del año anterior.
Marlaska destacó que “la siniestralidad se estabilizó en el segundo y tercer trimestre, con una variación cercana al 0%, y se redujo considerablemente en un 7% en el último trimestre del año”.
Precisó que la DGT adecuará algunas de esas medidas en 2025. Por ejemplo, habrá 122 nuevos radares (53 fijos y 69 de tramo) porque la velocidad inadecuada estuvo detrás de un 21% de los siniestros mortales en 2024.
Además, su instalación se adaptará a la “nueva realidad” del incremento de un 7% de fallecidos en autopista y autovía, y la reducción de un 1% en carreteras convencionales.
Hasta ahora, el 80% de estos dispositivos de control de velocidad se instalaban en carreteras convencionales y un 20% en autopistas y autovías, relación que ahora pasará a ser del 60% y un 40%, respectivamente.
La distribución de que el 70% del patrullaje de guardias civiles se haga en vías convencionales y un 30% en autovías y autopistas se ajustará en las provincias con mayor mortalidad en las vías de gran capacidad.
LUCES DE EMERGENCIA
Pese a la reducción de un 15% en los atropellos mortales a peatones, Marlaska anunció que la DGT seguirá promocionando las luces de emergencia (señal V-16), que serán obligatorias el 1 de enero de 2026, en vez de los tradicionales triángulos en caso de avería en carretera.
Igualmente, Tráfico estudiará medidas para mejorar la seguridad de los profesionales que trabajan en la carretera en los sectores de auxilio, conservación y mantenimiento; servicios de emergencia, vigilancia y control del tráfico. Así, integrará en la plataforma DGT 3.0 los conos conectados para advertir en tiempo real a los conductores de la proximidad de trabajadores en obras.
Respecto a los motoristas, pese a que la cifra de fallecidos se ha estabilizado, Marlaska comentó que 300 fallecidos siguieron siendo “demasiados”, por lo que la DGT trabajará en nuevas medidas de seguridad y protección.
No obstante, insistirá en la recomendación del airbag e impulsará el uso de guantes, calzado cerrado y casco integral o modular entre los motoristas.
La DGT encargará sendos estudios sobre las distracciones (las salidas de vía continuaron siendo el tipo de siniestro más frecuente en carretera) y furgonetas (ante el incremento de la mortalidad), vehículos para los que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil hará controles específicos.
ALCOHOL Y DROGAS
Por otra parte, Marlaska comentó que en 2025 se mantendrá “el mismo ritmo” de controles de alcoholemia (6,1 millones el año pasado) y aumentará el de drogas (100.000 en 2024). La tasa máxima permitida de alcohol bajará de los 0,25 a 0,1 miligramos por litro de aire expirado, algo que quedará aprobado mediante una proposición de ley en el Parlamento.
“Esperamos que su aprobación definitiva se produzca cuanto antes. Queremos que nuestro mensaje sea claro y contundente: el consumo de alcohol o drogas, por ínfima que sea la cantidad ingerida, no es compatible con la conducción de un vehículo”, apuntó Marlaska.
CONDUCTORES MAYORES
En cuanto a las edades de las víctimas mortales, la cifra de fallecidos de 14 a 34 años bajó el año pasado un 5%, lo que Marlaska achacó a que los jóvenes “acceden a la conducción con la cultura de la seguridad vial y el medio ambiente incorporada”.
En cambio, subió un 11% la de fallecidos de más de 65 años. España tiene más de cinco millones de conductores que superan esa edad. “No vamos a prohibir la conducción a partir de una determinada edad, en contra de lo que asegura un bulo que corre por las redes sociales”, aseguró Marlaska.
No obstante, existen limitaciones para estos conductores debido a sus condiciones físicas. Actualmente, 221.603 permisos para personas mayores incluyen la prohibición de conducir de noche y la limitación de circular en un radio máximo de 30 a 50 km/h de casa.
“Son restricciones personales que responden a condiciones psicofísicas individuales y permiten a las personas mayores conservar su autonomía para desplazarse en coche en condiciones de seguridad para ellas mismas y, evidentemente, para el resto de los usuarios”, recalcó Marlaska.
NEVADAS
Antes del próximo verano podría estar aprobado un real decreto que actualiza el catálogo de señales de tráfico y antes de concluir el año vería la luz la reforma del Reglamento de Circulación para la protección de usuarios vulnerables, cuyo borrador ha recibido más de 2.000 observaciones y propuestas.
Esa reforma incluirá la prohibición de conducir por el carril izquierdo en autopistas y autovías en caso de nevadas para que este quede libre para los vehículos de emergencia. “Ahora que se inicia el invierno, aunque no esté todavía en vigor esta norma, pido a todos los conductores que en caso de nevadas dejen libre el carril izquierdo en autopistas y autovías. Y así todos saldremos ganando”, comentó Marlaska.
Por último, Marlaska apeló a la “responsabilidad” de los conductores al indicar que un 21% de los siniestros mortales se debió al exceso de velocidad, 156 personas murieron por no llevar puesto el cinturón o el casco y el alcohol o las drogas estuvieron detrás de un 26% de los accidentes letales.
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