MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha actualizado las directrices para realizar test de estrés a los fondos monetarios y ha recogido la creciente incertidumbre geopolítica que se deriva de los múltiples conflictos que se están sucediendo a nivel global.
En concreto, ha actualizado los parámetros a aplicar en los test de estrés, puesto que los eventos geopolíticos podrían amplificar las perturbaciones del comercio y produciría un “fuerte aumento” de los precios de las materias primas lo que, en última instancia, generaría presiones inflacionarias.
A su vez, según explica ESMA, este aumento inflacionario podría desencadenar una amplia revaluación de las expectativas del mercado sobre la política monetaria, generando un aumento de las tasas libres de riesgo de mercado.
El endurecimiento de las condiciones financieras, en combinación con una ralentización económica, generaría una “mayor volatilidad” de los precios de los activos. “La inestabilidad geopolítica y los altos niveles de volatilidad causarían importantes perturbaciones en los mercados financieros, que influirían en particular en los diferenciales de los bonos corporativos y gubernamentales”, agrega la ESMA.
Según ESMA, la combinación de un riesgo percibido en los títulos de deuda y unas condiciones de mercado “altamente volátiles” causaría una desaceleración abrupta de la actividad del mercado que se reflejaría en una marcada reducción de la liquidez del mercado y una ampliación de los diferenciales entre oferta y demanda.
Por último, expone el supervisor, esas reacciones del mercado también conducirían a una “revaluación abrupta” de otros activos financieros y de los precios inmobiliarios, lo que induciría una volatilidad sustancial para los participantes del mercado y causaría fuertes aumentos en las primas de riesgo.
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