MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, calificó este miércoles de “fuegos de artificios” las diferencias que estos días están exhibiendo miembros del Gobierno acerca de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas y señaló que el Ejecutivo “nos tiene bastante acostumbrados” a esta especie de “ritual”, aunque aclaró que son “ajenos a ese debate”.
Álvarez salió así al paso de la batalla dialéctica aflorada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, acusando al titular de Economía, Carlos Cuerpo, de oponerse a la reducción de la jornada laboral este mismo año, como recoge el acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Sumar.
En un encuentro informativo, el líder de UGT resaltó que desconoce si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tenido la ocasión de pronunciarse acerca de las diferencias entre Díaz y Cuerpo y animó a la prensa a que interpele a Sánchez sobre este asunto. No obstante, razonó que “no es un mal síntoma”, dado que si se opusiera a la medida la parte socialista, tal vez ya habría hablado el presidente.
Preguntado por las declaraciones de Díaz en las que afirmó que oponerse a la reducción de la jornada es “casi de ser un poco mala persona”, en alusión a Cuerpo, Álvarez comentó que él no se “dedica a ver lo buenas o malas personas que son los miembros del Gobierno”.
Además, aclaró que tiene una “opinión positiva” sobre la persona de Cuerpo y puso en valor que es el ministro de Economía con el que ha podido hablar en más ocasiones, aunque no lo ha hecho todavía sobre la reducción de la jornada. “Cada uno hace los calificativos y tiene que defenderlos”, despachó Álvarez la polémica, antes de incidir en que él cuando hace calificativos los explica.
AVISO DE PROTESTAS
En su intervención, sostuvo que mientras el Gobierno no le diga “lo contrario”, su interlocutor en esta materia es el Ministerio de Trabajo, aunque avisó de que “este es un tema” con el que “no deben jugar demasiado”, porque tras la reivindicación hay millones de trabajadores.
“Estos días hay personas que han ido llamando al sindicato para ver cómo se aplica la reducción de la jornada porque pensaban que la firma del acuerdo era suficiente para que se implementara”, reveló Álvarez antes de incidir en que si se producen dilaciones innecesarias, “esa frustración la vamos a canalizar con protestas”.
Sobre los tiempos de aprobación, Álvarez se mostró sabedor de que antes de que el proyecto de ley de reducción de la jornada se apruebe en Consejo de Ministros tienen que cumplirse unos trámites necesarios, como el paso por el Consejo de Estado, si bien reconoció que le gustaría que se apruebe “cuanto antes” y que se logren los apoyos parlamentarios con la mayor celeridad posible.
Al respecto, aseguró que los sindicatos proseguirán con la ronda de reuniones con los partidos políticos. “Vamos a generar las condiciones públicas para desmentir los argumentos que desde nuestro punto de vista son falaces o falta de conocimiento que se están haciendo con los efectos de la reducción del tiempo de trabajo en nuestro país”, advirtió el máximo responsable de UGT.
NO VA A PASAR LO MISMO
En cualquier caso, previno al Ejecutivo de que no van a permitir que el texto de la reforma legal “permanezca en un cajón” y no vea la luz en mucho tiempo. “Con la jornada laboral no va a pasar lo mismo que con el Estatuto del Becario”, denunció Álvarez, criticando el retraso de esa norma, que acumula ya casi dos años de retraso desde que se cerró la medida con los sindicatos.
En este sentido, asumió que, aunque el Estatuto del Becario también es una cuestión clave para el Gobierno, afecta a menos personas y es más complejo que se pueda poner en marcha un proceso de presión social.
En relación con el acuerdo suscrito entre sindicatos y Trabajo, mostró su deseo de que se apruebe sin tocar “ni una coma” en el Consejo de Ministros, aunque es consciente de que luego en la tramitación parlamentaria se tendrán que incorporar cambios para lograr apoyos parlamentarios.
En consecuencia, dijo que no se debe incorporar “nada de nada” de lo que salió del texto tras la negativa de la CEOE a apoyar la medida, en alusión a las ayudas a empresas que Trabajo ofreció a la patronal y que finalmente no incluyó por el ‘portazo’ de la parte empresarial.
En esta línea, y tirando de estrategia negociadora, el líder de UGT manifestó que añadir esas ayudas ya no allanará la negociación porque “los grupos quieren tener protagonismo” y tener espacio para influir en el texto.
PARA RATO
Por otra parte, se mostró optimista sobre las posibilidades de que la legislatura siga adelante, incluso si no hay Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2025, aunque sería lo “deseable” y “necesario”, no solo para el Ejecutivo central, sino para los autonómicos y municipales. “Hay legislatura para rato”, auguró Álvarez.
De hecho, aseguró que si pensaran en UGT que la legislatura no tiene futuro no tendrían “tanto afán” con medidas como la reducción de la jornada. No obstante, ante la posibilidad de que la medida no se haga realidad en este mandato por falta de apoyos o por un adelanto electoral, el máximo responsable de UGT sentenció que “pase lo que pase, nosotros vamos a situar en nuestro horizonte la reducción de la jornada a 37,5 horas vía legislativa”.
“Es una cuestión que se va a conseguir. La cuestión es si va a ser un poquito antes o un poquito después”, apuntaló Álvarez, para poner de relieve que incluso la reducción de la jornada está adquiriendo incluso más fuerza en la negociación de los convenios colectivos.
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