MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
La economía de China crecerá este año y el siguiente algo más de lo previsto en junio por el Banco Mundial, que ha advertido este jueves del impacto en el desempeño de la segunda mayor economía mundial de una demanda interna moderada y la prologada desaceleración del sector inmobiliario, que Pekín busca paliar con el despliegue de medidas de estímulo destinadas a equilibrar el apoyo a corto plazo a la demanda interna con objetivos de estabilidad financiera a más largo plazo.
De este modo, la institución ‘gemela’ del Fondo Monetario Internacional (FMI) ahora espera que el PIB de China crecerá en 2024 un 4,9%, una décima más de lo estimado el pasado mes de junio, mientras que confía en que la expansión de la economía china en 2025 será del 4,5%, frente al 4,1% proyectado con anterioridad.
De tal modo, si bien se espera que las recientes medidas de flexibilización de políticas brinden un apoyo moderado a la economía, el Banco Mundial avisa de que la confianza moderada de los hogares y las empresas, junto con los vientos en contra en el sector inmobiliario, seguirán pesando sobre el crecimiento en 2025 de China, que seguirá afectada por limitaciones estructurales como el bajo consumo, los altos niveles de deuda de promotores inmobiliarios y gobiernos locales, así como el envejecimiento de la población.
“Es importante equilibrar el apoyo de corto plazo al crecimiento con reformas estructurales de largo plazo”, ha aconsejado Mara Warwick, directora del Banco Mundial para China, Mongolia y Corea del Sur, para quien resulta esencial abordar los desafíos en el sector inmobiliario, reforzar las redes de protección social y mejorar las finanzas de los gobiernos locales “para destrabar una recuperación sostenida”.
En su análisis, la institución expone que la economía de China enfrenta riesgos internos como una desaceleración más persistente del sector inmobiliario que podría debilitar aún más la inversión y los ingresos de los gobiernos locales, así como un mayor debilitamiento de las condiciones del mercado laboral, lo que podría reducir el consumo.
A nivel mundial, las mayores incertidumbres en torno al comercio plantean riesgos para las exportaciones de China.
Por el lado positivo, apunta que un gasto fiscal mayor al esperado y medidas de política más decisivas para estabilizar el sector inmobiliario, tras las recientes orientaciones de las autoridades, podrían elevar el pronóstico de crecimiento por encima de la proyección de referencia actual.
Asimismo, subraya la importancia de mejorar la movilidad económica en China para ayudar a superar las brechas entre zonas rurales y urbanas, reducir la desigualdad de ingresos y generar un mayor consumo interno, un pilar clave para reequilibrar la economía hacia un crecimiento más sostenible impulsado por la demanda interna.
En este sentido, si bien el tamaño de la clase media china se ha expandido significativamente desde la década de 2010, alcanzando el 32% de la población en 2021, las estimaciones del Banco Mundial sugieren que aproximadamente el 55% de la población del país sigue siendo económicamente insegura.
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