MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
El madrileño Teatro de La Abadía acogerá los días 27, 28 y 29 de diciembre y el 2, 3 y 4 de enero ‘El mundo está roto pero se puede caminar’, un espectáculo escrito por Harkaitz Cano y dirigido por Fernando Bernués en el que se ahonda en el poder de la lectura y en la comunicación entre padres e hijos, y que será la apuesta del recinto para estas fechas navideñas.
‘El mundo está roto pero se puede caminar’ cuenta la historia de un padre que no sabe cómo comunicarse con su hija, lo que le lleva a enviarle cada día un avión de papel desde el balcón para despedirse, según informó el Teatro de La Abadía.
A través de los mensajes que escribe en estos aviones, el padre pondrá misiones literarias a su hija para que las aclare con la complicidad de una bibliotecaria escrupulosa. De este modo, la niña aprenderá la relación que existe entre los libros y la vida. Muchos años después, su hija, convertida en una escrita, volverá a la biblioteca para contar esa experiencia de iniciación que ha recogido en su primer libro.
En ese sentido, Harkaitz Cano explicó que “en un mundo tan fracturado como el nuestro, esta obra no pretende ofrecer soluciones, pero sí propone preguntas y, sobre todo, un espacio para que el público camino junto a los personajes en busca de un sentido entre los escombros”.
De este modo, esta propuesta reflexiona sobre la comunicación entre padres e hijos en diferentes momentos de la vida, concretamente la que se produce entre un padre y su hija de diez años ante la pérdida de la madre. “Esa brecha emocional y vital entre ambos se restaurará gracias a la literatura y al poder sanador de los libros”, constató el Teatro de La Abadía.
Así pues, a través de referencias a Jutta Bauer, Sylvia Plath, Julio Cortázar o Chinua Achebe, la joven protagonista encontrará en una biblioteca infantil, construida con carretillas llenas de libros, un bosque de literatura donde perderse o encontrarse.
Gracias al juego propuesto por su padre, “reconstruirán los puentes que se han roto, favoreciendo la afición a contar historias y el placer de escucharlas en un entorno comunicativo común”.
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