QUINTO (ZARAGOZA), 25 (EUROPA PRESS)
El Museo de las Momias de Quinto, el primero de este tipo que hay en España, sigue “llenando de vida” esta localidad de la Ribera Baja del Ebro, con unas cifras que siguen aumentando año a año y la previsión de rozar los 7.000 visitantes antes de que acabe 2024.
Este espacio museístico, junto con toda una serie de iniciativas y actividades relacionadas con él y con otros elementos patrimoniales, como los vestigios de la Guerra Civil y su pasado industrial, han logrado levantar la autoestima y promover un “refuerzo positivo” en unos habitantes acostumbrados a que Quinto sólo aparecía en los medios por noticias negativas –los frecuentes accidentes de tráfico en la N-232 y las riadas del Ebro–, apunta a Europa Press su alcalde, Jesús Morales.
El origen de estas momias, únicas en España, se remonta al año 2011, cuando en los trabajos de reconstrucción de la iglesia mudéjar de la Asunción, conocida también como ‘El Piquete’, del siglo XIV, hallan en su subsuelo decenas de enterramientos, aunque ahora hay registrados más de un millar, de los que 15 cuerpos –siete adultos y ocho niños– mantienen un excelente e inusual estado de conversación gracias a un proceso de momificación natural favorecido por la escasa humedad del lugar.
Los cuerpos, en perfecto estado, datan de finales del siglo XVIII e inicios del XIX, y conservan también sus ropas, zapatos, ataúdes y otros complementos, que permiten conocer un poco mejor cómo era la vida de estas personas o los ritos funerarios en aquella época. Todos ellos se exponen en la propia iglesia, en el mismo lugar donde fueron inhumados, desde 2018.
Este museo adquiere rápidamente una gran popularidad, pero “la pandemia lo cambió todo” y costó un tiempo retomar las cifras hasta alcanzar de nuevo máximos históricos, señala Morales, quien destaca que, gracias a esta idea, hoy Quinto es “un pueblo reconocido a nivel nacional e incluso internacional”. “Es bestial todo lo que ha pasado después”, subraya.
Se nota en la llegada de unos turistas que antes no paraban en la localidad. “Vas por la calle y te encuentras con gente que no conoces y dices ‘este es de las momias'”, bromea el alcalde, a la vez que remarca que estos visitantes dejan dinero en el pueblo tomando café o comiendo en los restaurantes.
UN CERTAMEN EN TORNO A LA MUERTE
Pero el renacimiento de Quinto no se ha limitado al museo de las momias y, por ejemplo, han aprovechado el impacto mediático de este espacios para crear nuevos proyectos, como es el caso de ‘Punto final’, un certamen artístico multidisciplinar –cortometraje, cuento y fotografía– cuya temática central es, precisamente, la muerte.
Sus premios se suelen entregar en torno a Todos los Santos y su objetivo es “desmitificar” la idea de la muerte y ha llegado a recibir más de 800 candidaturas. ‘Punto final’ ha contado con padrinos como la actriz Luisa Gavasa, el periodista Antón Castro o el director del Festival de Cine de Fuentes, José Antonio Aguilar.
Este certamen ha ayudado a Quinto a posicionarse en el mundo y un documental sobre las momias se ha proyectado en Guanajuato (México) y ha estado presente en el festival de cortometraje documental de carácter arqueológico “más importante del mundo”, en Florencia (Italia).
EL LEGADO DE LA GUERRA CIVIL
Las momias, además, han llevado a este municipio zaragozano a desarrollar otras acciones con el fin de recuperar el patrimonio, de recordar “quienes somos”, sostiene Jesús Morales. En este ámbito, destaca todo lo relacionado con la Guerra Civil. Sin ir más lejos, es el detonante del descubrimiento de las momias, ya que todo comienza con los trabajos en una iglesia que quedó parcialmente destruida en dicha contienda.
Así, “poco a poco” se van descubriendo cosas y ya hay 250 metros de trincheras rehabilitado y el proyecto de que la antigua estación de tren albergue en el futuro un centro de interpretación.
Asimismo, y fuera de todo lo relacionado con las momias, en ‘Retrospectiva’, Quinto se convierte en un museo al aire libre en torno a la publicidad antigua, que también ha servido como homenaje a industrias, comercios y negocios de antaño en la localidad.
Entre las últimas iniciativas, figuran la publicación del libro ‘Lleno de vida’, sobre el Museo de las Momias de Quinto, mientras que, de cara al futuro, se plantean reforzar algunas cosas del espacio que son más difíciles de apreciar en una primera visita, y dar “un pequeño giro al discurso narrativo”, por ejemplo, aumentando la iluminación en ‘El Piquete’, para darle un aire menos tétrico.
Morales defiende estas actuaciones y otras con el objetivo de que la gente vea que el pueblo está cuidado. Así, ahora “da gusto pasear porque te vas encontrando cosas”, asegura. Y, más allá de las cifras, que son positivas, está “la parte emocional”, la que no es cuantificable: la que sienten los vecinos de Quinto cuando conocen su pueblo por buenas noticias.
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