MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Teléfono de la Esperanza ha firmado una carta de posicionamiento sobre el Plan de Acción para la Prevención del Suicidio planteado por el Gobierno, donde pide una acción decidida y de calado de los órganos decisores para la implantación de un plan “integral, intersectorial, multinivel e integrador”, en el que se c cuente con la coordinación de las comunidades autónomas y también con ayuntamientos y entes locales.
“Este asunto solo puede ser abordado de manera conjunta, sin diferencias ideológicas o de cualquier otra índole”, señalan en la carta, que defiende también la necesidad de integrar acciones contrastadas y de base científica; todo ello enmarcado dentro de un Plan Nacional que “debe estar liderado a nivel nacional pero coordinado con las Comunidades Autónomas y las administraciones locales”.
“En España no existe actualmente un Plan Nacional de Prevención del Suicidio”, reiteran las más de 100 organizaciones agrupadas bajo el proyecto de Hagamos un Plan. “Estamos fuera del grupo de 40 países que sí cuentan con este tipo de planes, entre los que se encuentran Dinamarca, Nueva Zelanda, Austria, Suiza, Irlanda, Escocia, Alemania, Finlandia y Noruega”, señala.
Ante esta situación proponen un enfoque integral que funcione a distintos niveles: individual, familiar, comunitario, social, educativo y sanitario. “La creación de un Plan Nacional de Prevención del Suicidio supondrá un cambio significativo (…), habrá mayor concienciación pública y una mayor eficacia en la intervención, así como la alineación con estándares internacionales, contribuyendo así a los objetivos globales de salud mental”, señalan los firmantes.
La carta, también firmada por la Asociación Vasca de Suicidología (Aidatu), la Sociedad Española de Psicología Aplicada a Desastres, Urgencias y Emergencias (SEPADEM), la Sociedad Española de Psicología de la Intervención Social (SEPIS), la Plataforma Nacional para el Estudio y la Prevención del Suicidio/Universidad Complutense de Madrid, La Niña Amarilla, y la Asociación Internacional de Bomberos y Psicología de emergencias, cuenta además con el apoyo internacional de la IASP (International Association of Suicide Prevention) y del grupo de trabajo de PfL (Partnerships for Life).
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