SANTA CRUZ DE TENERIFE, 15 (EUROPA PRESS)
Canarias es la segunda comunidad autónoma, después de Andalucía, con mayor proporción de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social, alcanzando el 33,8% de la población, unas 750.000 personas (una de cada tres), por lo que si fuera un país de la Unión Europea, sería el más pobre de toda Europa, más que Rumanía o Bulgaria.
La cifra ha mejorado 2,4 puntos porcentuales con respecto a la registrada en 2022 y supone el tercer año consecutivo de reducción de este indicador, pero sigue siendo un descenso “muy lento e insuficiente” y continúa distando mucho de la tasa AROPE registrada a nivel estatal, que es del 26,5%.
Asimismo, el efecto del encarecimiento de la vida se manifiesta en que casi el 65% de la población canaria (alrededor de 1,4 millones de personas) declara tener dificultades para llegar a fin de mes, un 4,1% más que el año pasado.
Estos datos hacen que Canarias esté “muy lejos” de cumplir uno de los objetivos de la Agenda 2030, reducir a la mitad las personas en situación de pobreza y/o exclusión social, esto es, a 591.000 personas, por lo que 156.000 personas tendrían que dejar de estar en situación de pobreza y/o exclusión social en apenas seis años.
Así se desprende del XVI Informe ‘El estado de la pobreza. Seguimiento de los indicadores de la Agenda UE 2030. 2015-2022. Canarias’, que ha sido entregado este martes por el vicepresidente de EAPN-Canarias, Fernando Rodríguez, a la presidenta del Parlamento de Canarias, Astrid Pérez.
Este informe destaca a Canarias como una de las comunidades autónomas donde más ha disminuido la tasa de riesgo de pobreza, la pobreza severa y la carencia material y social severa. En este sentido, las medidas puestas en marcha por las administraciones han evitado que 382.000 personas más cayeran en pobreza. Si no se hubiera tomado ninguna medida, la tasa de pobreza habría aumentado 24,9 puntos y alcanzaría al 51% de la población.
En concreto, el 26,1% de la población en Canarias está en riesgo de pobreza (578.000 personas), 3,3 puntos menos con respecto al año anterior y 5,9 puntos por encima de la media nacional, siendo la tercera comunidad autónoma con la tasa más alta. Además, el 9,5% de la población está en riesgo de pobreza severa (215.000 personas), 3,5 puntos menos que en 2022 y la comunidad con la sexta tasa más alta.
Además, Canarias es la comunidad que experimenta el mayor aumento relativo de la renta media, de 10.716 euros en 2022 a 12.177 euros en 2023, lo que contribuye a disminuir sus niveles de desigualdad. Sin embargo, la renta media real por persona en Canarias se sitúa en 9.396 euros. Si se tiene en cuenta la variación del coste de la vida y, por tanto, se actualizan según el IPC, solamente ha aumentado 1.462 euros con respecto al año 2015.
Otros indicadores, como el que refleja el porcentaje de personas en hogares con baja intensidad de empleo, no han experimentado una mejora significativa en el archipiélago. En concreto, un 14,3% de la población (316.461 personas) vive en hogares en los cuales se trabaja menos del 20% de su potencial total de empleo.
En cuanto a la brecha de género, la feminización de la pobreza continúa siendo un problema estructural. Así, los datos revelan que el 35,2% de las mujeres está en situación de pobreza y/o exclusión social, en comparación con el 32,4% de los hombres. La tasa femenina ha disminuido 3,1 puntos en el último año, pero sigue siendo 3,2 puntos superior a la de los varones.
La infancia también se encuentra en riesgo y mantiene “cifras insoportables”, con alrededor de un 44,5% de niños, niñas y adolescentes en Canarias en riesgo de pobreza y/o exclusión social (unos 157.739 menores de 18 años). A pesar de reducirse en 3,3 puntos con respecto al año anterior, presenta una tasa muy elevada con respecto a otros grupos de edad.
Si se tiene en cuenta en lugar de residencia, la tasa de pobreza en las zonas rurales de las islas es del 30,8%, mientras que en los entornos urbanos esta tasa desciende al 25,9%.
EL ENCARECIMIENTO DE LA VIDA LASTRA LA MEJORA DE LOS DATOS DE POBREZA
Aunque en Canarias la tasa AROPE ha descendido, el efecto del encarecimiento de la vida se manifiesta en que el 64,8% de la población (alrededor de 1,4 millones de personas) declara tener dificultades para llegar a fin de mes, un 4,1% más que el año pasado y 16,3 puntos por encima de la media nacional, siendo la comunidad autónoma con el indicador más alto.
Así lo evidencia el componente de privación material y social severa (PMSS) de la tasa AROPE, un indicador de vulnerabilidad grave que mide la capacidad para disponer de 13 elementos de consumo y de relación social considerados necesarios en la sociedad europea para mantener una adecuada calidad de vida. Entre ellos, mantener la vivienda a una temperatura adecuada, la capacidad para afrontar gastos imprevistos o permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días.
En Canarias, el 11% de la población (243.431 personas) se encuentra en situación de privación material y social severa, dos puntos por encima de la media nacional, siendo la segunda comunidad autónoma con la tasa más alta.
Al incremento de los precios en general hay que añadir el aumento de los gastos dedicados a la vivienda. En Canarias se destina el 17,3% de los ingresos a gastos de vivienda, cifra similar a la registrada a nivel estatal (17,6%). El informe recoge que el gasto medio por la hipoteca se sitúa en 538 euros, solo 44 euros superior al gasto medio del alquiler (494 euros).
La situación se agrava cuando hablamos de familias pobres, que destinan un 34,1% de sus ingresos a los gastos relacionados con la vivienda. Además, el 19% de la población canaria (420.000 personas) tiene retrasos en el pago del alquiler o la hipoteca, 7 puntos por encima de la media nacional, siendo la región con el indicador más alto.
En cuanto a la pobreza energética, el 14,7% de la población en Canarias tiene retrasos en el pago de facturas de suministros (325.000 personas), 5 puntos por encima de la media nacional, y el 27,6 no puede permitirse mantener la vivienda a una temperatura adecuada (611.000 personas), 6,9 puntos por encima de la media nacional, de nuevo la comunidad con el indicador más alto.
El 53,3% de la población de Canarias no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (1.180.000 personas), 16,2 puntos por encima de la media nacional, lo que sitúa también a Canarias con la tasa más alta.
POLÍTICAS SOCIALES PARA CONTENER EL EMPOBRECIMIENTO
Ante esta situación, EAPN plantea tres propuestas para reducir las situaciones de pobreza y la exclusión social. La primera, diseñar políticas integrales de pobreza, donde se tengan en cuenta todas las administraciones públicas con competencias en materia de pobreza y todos los niveles de las administraciones. Se necesita un acuerdo amplio y a largo plazo en forma de Pacto de Lucha contra la pobreza y la exclusión social.
En segundo lugar, mejorar y desarrollar los mecanismos en la implantación de políticas públicas que tienen que ver con la garantía de rentas (como la Renta Canaria de Ciudadanía, sus diferentes complementos y su coexistencia con el Ingreso Mínimo Vital), el acceso y mantenimiento de vivienda y la mejora de los servicios públicos como la educación, la sanidad o los servicios sociales, en especial de las personas con mayor vulnerabilidad.
Por último, desde EAPN abogan por la necesaria intensificación de las políticas de protección social para alcanzar los objetivos marcados por la Agenda 2030, impulsando políticas sociales estructurales que se consoliden como parte de los derechos sociales propios de un estado de bienestar y no solo responda a situaciones de emergencia.
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