VALLADOLID, 15 (EUROPA PRESS)
La sala de exposiciones de la Oficina de Turismo de San Benito acoge desde este martes, 15 de octubre, la exposición ‘Huellas y Fugas. El cine español en Seminci’, una recopilación de documentos, vestuario, carteles, storyboards y otros objetos relacionados con la producción o el rodaje 17 películas que se exhibirán en el festival de cine con el objetivo de dar visibilidad a la “vasta labor” de producción, documentación, búsqueda y esfuerzo creativo y técnico para hacer realidad estos largometrajes.
El alcalde de la capital vallisoletana, Jesús Julio Carnero, ha tomado la palabra en el acto de presentación para señalar que esta exposición se enmarca en las acciones complementarias al festival de cine, que arranca este viernes, 18 de octubre, con la gala de inauguración, y habla de algo “tan importante” como es todo aquello que rodea un largometraje, sus “contumacias y las cabezonerías de los directores a la hora de llevar a cabo sus creaciones fílmicas”.
De esta forma se ha expresado el regidor durante su intervención en el acto de presentación de ‘Huellas y Fugas. El cine español en Seminci’, que también ha contado con la presencia de la concejala de Turismo, Eventos y Marca Ciudad en el Ayuntamiento de Valladolid, Blanca Jiménez; el director de la Seminci, José Luis Cienfuegos, y el escenógrafo y artista visual Ramón Isidoro, así como representantes de diversas instituciones de la ciudad.
Para Cienfuegos, esta muestra propone un acercamiento íntimo a las imaginaciones y el pensamiento creativo de los realizadores de cine español presentes en esta edición con la vista puesta en convertirse en una cita que se repita en posteriores ediciones.
Se trata de una exhibición que se podrá visitar en la mencionada sala expositiva desde este martes, 15 de octubre, al 3 de noviembre, de lunes a sábado, de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas.
A este respecto, el máximo responsable del festival de cine se ha referido a que este es uno de los proyectos de esta edición que ha provocado “más entusiasmo”, en la medida en que a la organización “siempre le ha gustado mostrar los procesos creativos que llevan a que una película se convierta en realidad”.
“Siempre nos ha interesado y así hemos trabajado desde el festival con los jóvenes programadores para intentar mostrar a los espectadores cómo una película llega a ser realidad”, ha reflexionado Cienfuegos, al tiempo que ha destcado la importancia de reflejar el trabajo que conlleva imaginar una película y documentarse para su realización.
Por eso se llama ‘Huellas y fugas’, ha explicado el director de la Seminci, en tanto en cuanto se ponen de manifiesto los intentos de conseguir que la película que un director tiene en su cabeza puedes hacerse realidad.
Ramón Isidoro también ha intervenido para agradecer a los directores, productos y distribuidores de las 17 películas que han contribuido con material para componer esta exposición y de esta forma hacer un “guiño” a los procesos creativos de las mismas para darlos a conocer a los visitantes.
OBJETOS
Los objetos relacionados con el documental ‘Waldo’, de Charlie Arnaiz y Alberto Ortega, son fundamentales en la narrativa de la película e ilustran la trayectoria y el impacto cultural del músico en los años 60 y 70.
Por ello, se muestran la carta enviada por Stanley Kubrick para colaborar en La naranja mecánica, el cartel de su concierto en el Albert Hall de Londres y la maqueta original de la versión del Himno a la alegría, grabada por Miguel Ríos en Hispavox.
Entre los objetos incluidos en Huellas y fugas destacan por su espectacularidad los vestidos lucidos por Ángela Molina y los bailarines de La Veronal en la película Polvo serán, de Carlos Marques-Marcet.
Los diseños de Pau Auli, inspirados en un cráneo humano uno y en el estilo art decó el otro, dialogan y complementan el número musical. También llama la atención la impresión digital del cuadro Un mundo, pintado por la vallisoletana Ángeles Santos en 1919 y exhibido actualmente en el Museo Reina Sofía.
Esta pintura ejerce un papel importante en la historia de ‘La mitad de Ana’, de Marta Nieto, al servir de espejo del subconsciente de la protagonista, al igual que el mural procedente del rodaje de ‘Hija del volcán’, de Jenifer de la Rosa, fue crucial para la creación de su identidad por parte de la directora en su búsqueda de coherencia en el relato de su nacimiento y adopción.
Del mismo modo que los pantalones vaqueros de ‘La parra’, de Alberto Gracia; el rodaje con bebés en ‘Salve María’, de Mar Coll; el prototipo cibernético de ‘Cyborg Generation’, de Miguel Morillo, o el cuaderno rojo con notas sobre una generación criada en la periferia de ‘A nuestros amigos’, de Adrián Orr retratan, según sus realizadores, el rodaje de estas producciones.
‘Huellas y fuga’ reúne objetos reales a partir de los cuales surgió una película y objetos ficticios que juegan un papel en ella. En el primer caso, el hallazgo de los guiones, las notas y los bocetos de proyectos que no llegó a realizar el cineasta Fernando Ruiz Vergara hizo nacer en Concha Barquero y Alejandro Alvarado la necesidad de rodar Caja de resistencia.
Mientras que Paz Vega ha cedido para la exposición objetos que plasman el universo imaginario de la protagonista de ‘Rita’, tales como dibujos, juguetes y un vestido blanco; Kikol Grau ha elegido tres objetos relacionados personalmente con él y con su película ‘Turismo de guerra’, como una caricatura realizada por su padre o un uniforme, y la caseta de jardín donde se encierra el migrante africano en ‘Fin de fiesta’, de Elena Manrique, elemento simbólico de una mirada más compleja sobre las clases sociales.
De ‘Mi hermano Ali’, la directora Paula Palacios ha seleccionado objetos que forman parte de la vida de Ali a lo largo de los doce años que ha durado la grabación de la película, desde la camiseta del equipo nacional de Somalia o una túnica utilizada durante su estancia en Arabia Saudí.
Carolina África, por su parte, ha prestado un abrigo manta de ‘Verano en diciembre’ y ‘The Human Hibernation’, de Anna Cornudella están presentes una simbólica piel de serpiente y los trajes azules que forman el vestuario de los personajes. Las fotos y objetos cedidos por Javier Rebollo contextualizan la época, los comienzos del cine, en la que se sitúa la película ‘En la alcoba del sultán’.
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