OVIEDO, 13 (EUROPA PRESS)
El Grupo Parlamentario Popular en la Junta General del Principado de Asturias (JGPA) ha registrado una proposición no de ley que pide recuperar la iluminación que había en las carreteras asturianas reactivando las farolas que fueron apagadas en 2010 por el entonces ministro de Fomento, el socialista José Blanco, con objeto dde contener la factura eléctrica. Según el PP es necesario recuperar esa visibilidad de noche con celeridad ante la “gravedad y las consecuencias de los accidentes de tráfico”.
En concreto, la iniciativa, a la que ha tenido acceso Europa Press, pide que el Gobierno central que ponga en marcha de forma inmediata las medidas necesarias para iluminar las entradas y salidas, los carriles de aceleración y desaceleración, los pasos situados en las inmediaciones de los núcleos urbanos y los enlaces e intersecciones con otras carreteras o vías urbanas por las que circulan peatones y ciclistas donde con frecuencia la visibilidad es muy reducida.
Solicitan además la revisión de la Orden circular 36/2015 de 24 de febrero, sobre criterios a aplicar en la iluminación de carreteras a cielo abierto y túneles, permitiendo restablecer iluminación viaria en el Principado de Asturias con nueva tecnología eficiente con el objetivo de reforzar la visibilidad y seguridad vial.
Aparte de esas reclamaciones que van dirigidas al Ejecutivo central, desde el PP piden al Gobierno asturiano que evalúe el impaccto que está teniendo sobre la seguridad vial la falta de iluminación.
En la exposión de motivos, los ‘populares’ aportan una serie de datos de la Dirección General de Tráfico que reflejan que el 7,8% de los accidentes con víctimas de 2022 se produjeron en vías que se encontraban “a oscuras”, con la consecuencia de seis personas fallecidas y 222 heridos.
“Este estudio pone de manifiesto el importante número de accidentes que ocurren en calzadas que se encuentran completamente a oscuras, bien sea porque la administración titular de la vía tiene apagada las farolas de esa zona, porque el fluido eléctrico se ha visto interrumpido por el robo del cable o porque el tramo en cuestión carece de iluminación artificial”, alertan desde la oposición asturiana.
Además, explican que el 45,6% de los accidentes en vías o calzadas no iluminadas acontecen en autovías o carreteras de titularidad estatal mientas que el 43% se producen en carreteras de titularidad autonómica y el 11,4% en carreteras comarcales o en lugares en los que el parte policial no reflejó la titularidad de la vía. Los datos, en todo caso, reflejan que la Autovía del Cantábrico (A-8) y la Ruta de la Plata (A-66) son los escenarios donde se producen más siniestros en carreteras.
Recuerdan que fue en 2010 cuando el entonces ministro de Fomento, José Blanco, adoptó la decisión de proceder al apagado de la iluminación de centenares de autovías y autopistas en España, también en Asturias. Con posterioridad, una circular de 2015 estableció que en lugares como Asturias con más de 120 días de lluvia al año solo se mantendrán las farolas encendidas en tramos abiertos de autovía y autopista si ambos márgenes son suelo urbano y la intensidad media de vehículos el año de su puesto en servicio fue igual o superior a 60.000 vehículos por día.
“La normativa vigente no se ha tenido en cuenta el peligro que representa la escasez de iluminación en zonas de alta pluviosidad como es el caso de nuestra región”, alertan desde el PP, que dicen que el Gobierno asturiano también “recortó” la iluminación viaria a partir de 2015.
Explican que diversos estudios demuestran que conducir de noche o con poca luz reduce la capacidad visual e incrementa considerablemente el riesgo de accidente, de igual forma es durante la noche cuando la gravedad del accidente y su repercusión en las víctimas es mayor.
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