PAMPLONA, 11 (EUROPA PRESS)
La Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana ha inaugurado este viernes la nueva exposición temporal del Museo del Carlismo, ‘Sebastián Taberna: el rostro de la guerra’, en colaboración con la Fundación Museo Cerralbo. Esta exhibición, comisariada por Pablo Larraz Andía, experto en carlismo, estará abierta al público hasta el 7 de septiembre de 2025.
En el acto de apertura, que ha contado con la presencia del director general de Cultura, Ignacio Apezteguía, y de la directora del Museo Cerralbo de Madrid, Carmen Jiménez, se ha destacado este nuevo proyecto expositivo del museo estellés por “recuperar la figura del notable fotógrafo navarro” y por acercar a la ciudadanía el patrimonio fotográfico custodiado por la familia Taberna Belzunce, que ha cedido los derechos de uso para esta exposición.
La muestra del Museo del Carlismo supone la primera itinerancia de la exposición que, con el mismo título, organizó el Ministerio de Cultura y Deporte, la Fundación Museo Cerralbo y el Museo Cerralbo en esta última institución del 19 de octubre de 2023 al 26 de enero de 2024 y a la que el Museo del Carlismo contribuyó con la cesión de piezas de su colección.
Tal y como informa el Gobierno foral, la exposición, con acceso gratuito, está disponible para su visita en los horarios habituales del Museo: de martes a sábado, de 10.00h a 14.00h. El calendario de visitas es accesible en la página web del museo. Además, en colaboración con la Asociación Fotográfica de Tierra Estella, el museo ha organizado el sábado 23 de noviembre a las 12 horas una masterclass a cargo de Carlos Cánovas sobre tratamiento de imágenes y copias de exposición, actividad gratuita, con un aforo máximo de 25 personas, previa inscripción en el 948 55 21 11.
LA EXPOSICIÓN
En el proyecto expositivo del Museo del Carlismo, se ha querido poner el acento en los aspectos “más técnicos y estéticos” de la obra de Sebastián Taberna en relación a su tiempo, primando la inclusión de fotografías de archivo positivadas por el propio autor, y encargando otras copias de exposición que siguen los criterios de formato y acabado formal más respetuosos con los originales conservados.
La exposición supone el primer acercamiento en Navarra a Sebastián Taberna Arregui (Pamplona, 1907-1986), “singular figura de la fotografía local, relacionada con otras destacadas personalidades como Nicolás Ardanaz o Pedro María Irurzun, siguiendo los postulados de notables autores de la época como Paul Wolff fotógrafo maestro para miles de aficionados poseedores de una Leica, la cámara fotográfica con la que trabajó Taberna”.
Como se señala en la presentación del catálogo editado, el eje de esta exposición está en “la importancia patrimonial, documental y creativa” de la obra fotográfica de Sebastián Taberna y pone en valor los archivos personales, “poco conocidos”, y el papel de las instituciones públicas a la hora de “favorecer su conocimiento y difusión, situando a Taberna en el contexto de la edad de oro del reporterismo gráfico y el fenómeno de la democratización de la fotografía gracias a las cámaras compactas de 35 mm (fundamentalmente la Leica) que aportaron un nuevo lenguaje que pasó a convertirse en la base de la cultura visual del siglo XX. De este modo, a los nombres más conocidos de los profesionales (Marín Chivite, Taro, Capa, Centelles, Michaelis), se van incorporando no profesionales desconocidos (Nicolás Ardanaz, Lola Baleztena, Mika Etchebéhère…), entre los que se encuentra Sebastián Taberna”.
Como la muestra celebrada en Madrid, la exposición del Museo del Carlismo ofrece “la particular visión fotográfica” de Sebastián Taberna en torno a la presencia del requeté navarro en Guadalajara durante la Guerra Civil española. Exhibe imágenes “de un notable valor documental y artístico” sobre la campaña y hechos históricos entre julio de 1936 y julio de 1937. Incluye escenarios previos como Pamplona, con imágenes de los últimos Sanfermines antes del golpe de estado, las jornadas que siguieron a este y durante la contienda, y el avance de las tropas rebeldes por localidades como Navafría (Segovia), Sigüenza, Jadraque, Cogolludo o Casas de San Galindo (Guadalajara), Somosierra (Madrid), entre otras.
De este modo, las imágenes de Sebastián Taberna “tocan aspectos de gran interés de la fotografía europea del siglo XX, como son el reporterismo gráfico de guerra, la democratización de las técnicas fotográficas y la creación de unos códigos estéticos propios de la modernidad, en la línea curatorial del Museo de ubicar el carlismo en los grandes temas y corrientes de su tiempo”.
Con esta exposición, el Museo del Carlismo “estrecha los lazos de colaboración” con el Museo Cerralbo, institución con la que ya colaboró en 2022 con la microexposición ‘Diálogo entre museos’, exhibiendo destacados bienes culturales de su colección, sumándose junto con otras instituciones españolas a la conmemoración del centenario del fallecimiento del marqués.
La gran mayoría de las fotografías exhibidas son copias de exposición positivadas por Carlos Cánovas a partir del digitalizado de los negativos originales conservados por la familia Taberna Belzunce y cedidos para esta muestra, que incluye también trece positivos originales, revelados en vida por Sebastián Taberna, y un positivo original con el retrato de este realizado por Pedro María Irurzun. Se suman algunos materiales relacionados con la fotografía cedidos por particulares.
CIERRE TEMPORAL DE LA EXPOSICIÓN PERMANENTE
A la par que se desarrolla la exposición sobre Sebastián Taberna, el Museo del Carlismo va a cerrar, temporalmente, el acceso a su exposición permanente para proceder a la instalación de nuevas piezas. Concretamente, la planta primera del edificio no será accesible desde el próximo día 16 hasta el 23 de octubre, volviendo a abrir el jueves 24 de octubre. Este cierre de la exposición permanente no afectará a la temporal de Sebastián Taberna, que podrá seguir visitándose en el horario habitual del Museo.
En ese tiempo, se instalarán varias piezas de su colección estable, de reciente ingreso, y algunas pinturas depositadas por el Museo Nacional del Prado, concretamente retratos de la familia real protagonista del conflicto carlista en el siglo XIX.
Dicha incorporación de piezas “no modifica el relato historiográfico de la exposición permanente”, y suma a las obras ya existentes otras nuevas procedentes de adquisiciones del Gobierno de Navarra y depósitos y donaciones que el Museo ha recibido desde su apertura en 2010. Asimismo, estas incorporaciones “contribuyen a visibilizar el activo papel de la mujer en la historia del movimiento, sobre el que ya se ofrece una panorámica en el itinerario Mujeres y carlismo”.
Dentro de las piezas adquiridas por el Gobierno de Navarra que se incorporan destaca el Retrato de José María Huarte con uniforme de requeté, pintado por Ignacio Zuloaga en 1937; las pinturas procedentes del Palacio de Navarra, Retrato de Isabel II niña, de Luis de la Cruz y Rios, y Retrato de Margarita de Borbón-Parma, de César Muñoz Sola, o los depósitos de Íñigo Pérez de Rada, Bandera de la partida del Cura Santa Cruz y Retrato de Jaime III, del pintor austriaco Hermann Torggler.
Del depósito del Partido Carlista se incluye el Retrato de Javier de Borbón Parma, de Iruña Cormenzana. Próximamente se sumarán a la exposición permanente también el Retrato de Fernando VII, de Francisco Lacoma y Fontanet y el Retrato de María Francisca de Braganza, de Luis de la Cruz y Ríos, que se unirán al ya existente Retrato de Carlos María Isidro de Borbón, de Vicente López, depósito desde 2010 de la misma institución.
Procedente de donaciones se incluirán el Retrato del general José Ignacio Uranga Azcune, de Pablo Uranga, donado por María Elena Uranga, así como banderas, carteles, medallas y otros objetos de diferente naturaleza.
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