MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
SEO/BirdLife ha advertido de que la desaparición de los insectos incide de manera notable en numerosas aves migratorias y han denunciado el uso generalizado de pesticidas y fitosanitarios, la homogenización de cultivos y paisajes y el cambio climático como amenazas para los bichos.
En este sentido, ha indicado cómo las poblaciones de muchos insectos que llevan a cabo la descomposición de la madera muerta (como los ciervos volantes), el reciclado de los excrementos del ganado (los escarabajos peloteros) o la polinización de las plantas cultivadas y silvestres (mariposas, abejas, escarabajos y moscas) se han desplomado en las últimas décadas por estas amenazas, lo que incide en el estado de conservación de numerosas aves migratorias, que ven condicionada su capacidad de supervivencia.
En líneas generales, el grupo ecologista ha destacado la necesidad de entender que en el contexto de “crisis ambiental y pérdida de biodiversidad” por el que atraviesa el mundo, los procesos ecológicos “esenciales” para el mantenimiento de la vida en el planeta “se ven afectados y alterados por diferentes factores de presión, que, de manera sinérgica, acaban multiplicando su efecto negativo”.
Con respecto al cambio climático, el responsable de Conservación de Especies de SEO/BirdLife, Jorge Orueta, ha recalcado que los insectos y frutos se ven afectados por las variaciones del clima provocadas por el calentamiento global. Esto incide en su presencia y disponibilidad para las aves, que se desplazan de unos lugares a otros en función de los recursos susceptibles de ser consumidos. “Aunque, intuitivamente, puede pensarse que las aves, al migrar, huyen en esta época de la gelidez invernal, la realidad demuestra que son mucho menos sensibles al frío que a la falta de alimento, de forma general”, ha añadido el experto.
Como ejemplo, la ONG ha apuntado al caso aves como los papamoscas cerrojillos, que invernan al sur del Trópico de Cáncer y se alimentan de orugas que se alimentan de hojas de robles europeos. La explosión de estas especies se adelanta debido a que, a su vez, los brotes de yemas de los robles también se adelantan. Así, cuando las aves deciden migrar hacia la zona la disponibilidad de alimento ya no coincide con el periodo de cría.
“Pero a esto hay que añadir otro elemento: si bien los papamoscas han ido adaptándose más o menos a las nuevas circunstancias, sus depredadores, los gavilanes, también experimentan un desfase respecto a la disponibilidad de sus presas”, ha añadido Orueta. Con esto, SEO/BirdLife ha querido recordar el Día de las Aves Migratorias, una iniciativa de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS). Se celebrará mañana y tendrá como lema ‘Proteger los insectos, proteger las aves’.
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