PALMA, 10 (EUROPA PRESS)
El informe anual referente al ejercicio del año 2022 de la Sindicatura de Cuentas de Baleares valora de forma “favorable” las cuentas de la Comunidad Autónoma, aunque expone algunas “excepciones” que se repiten cada año y que, pese a que son discrepancias técnicas, afectan a asuntos como las provisiones para hacer frente a las demandas por amortizaciones o los gastos del IbSalut.
Así lo ha explicado este jueves en declaraciones a los periodistas el síndico mayor, Joan Rosselló, después de ser recibido en el Parlament por su presidente, Gabriel Le Senne, para hacerle entrega del informe de cuentas anual, que evalúa a la administración general, el IbSalut y la Agencia Tributaria.
Los resultados, ha incidido Roselló, son “muy parecidos” a los de años anteriores y le ha trasladado a Le Senne la “opinión favorable” de la Sindicatura. También le ha expuesto una serie de excepciones “que se viene repitiendo cada año” y que, al ser cuestiones técnicas, no son “relevantes” ni afectan “a la imagen fiel de la situación financiera” de Baleares.
Respecto a las “discrepancias”, ha mencionado las provisiones para hacer frente a los cerca de 400 millones de demandas de responsabilidad patrimonial, que no son firmes y cuya cuantía total a pagar la deberán ir fijando las correspondientes sentencias judiciales.
“Sabes que los 400 millones no te caerán, pero puede ser que te caigan 200 millones y solo tengas previstos 100”, ha puesto como ejemplo.
También ha resaltado los 186 millones de euros que el Servei de Salut ha gastado en “expedientes de oficio”, que son partidas presupuestarias que se gastaron en 2022 siguiendo un “procedimiento extraordinario”. Este método, ha subrayado, se emplea de forma “bastante regular” y prueba de ello es que el año pasado se gastaron 189 millones de esta manera y hace unos años, 280 millones.
Roselló, refiriéndose a la situación financiera de Baleares, ha recordado cómo los pronósticos realizados sobre el año 2019 –cuyo informe fue presentado en 2021– apuntaban a una bajada de los ingresos y un aumento de los gastos y la pandemia de la covid-19, y las ayudas del Estado y la Unión Europea, revirtieron la situación.
De estas ayudas ya no quedan los 855 millones de euros destinados al sector privado, pero sí otras que se siguen manteniendo. “Está por ver si en el periodo 2025-2026, si se mantiene el ritmo de gasto al alza y estos ingresos extraordinarios no llegan, cómo se ajustará”, ha incidido.
Pese a que durante los años 2020, 2021 y 2022 las reglas fiscales “no aplicaban”, Baleares cumplió con ellas en todos los ejercicios, una tendencia que ha considerado que se mantendrá en 2023 al cumplir con los objetivos de déficit, con los límites de endeudamiento y con los periodos de pagos.
Según ha informado la Sindicatura de Cuentas en un comunicado, el informe fue aprobado por su consejo el pasado 12 de septiembre, que también audita financieramente a otras entidades dependientes y vinculadas a Baleares y realiza un análisis sobre su cumplimiento de la legalidad.
En total, el informe de 2022 incluye 63 recomendaciones para mejorar la gestión económico-financiera, tres de carácter general, dos en cuanto a estabilidad presupuestaria, 32 en el apartado de Administración General, 18 en el de Servei de Salut y siete en el de la Agencia Tributaria, así como una última referente al presupuesto consolidado.
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