OVIEDO, 9 (EUROPA PRESS)
La profesora Soledad Murillo y el profesor Miguel Lorente han destacado este miércoles en Oviedo la transformación que ha generado en la sociedad española estas dos décadas de aplicación de la Ley de Violencia de Género. Con todo, han reclamado a las instituciones un mayor compromiso en la implementación de medidas preventivas.
Así lo han señalado en declaraciones a Europa Press minutos antes de participar en la charla ’20 años de la Ley de Violencia de Género: avances y retos de futuro’, organizada por la Universidad de Oviedo.
En ese sentido, el médico, profesor universitario y ex delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, ha destacado que esta norma se ha convertido en “una referencia a nivel nacional e internacional”. “Son muchos los países que se miran en ella para intentar avanzar en el campo legislativo, pero también social”, ha explicado.
Así, ha afirmado que los principales avances han sido en el campo social, ya que “las instituciones se sienten comprometidas cuando la sociedad exige que haya una respuesta”. Lorente ha indicado que, aunque todavía existe una construcción cultural permisiva con este tipo de violencia, ya no se da “la justificación y la invisibilidad” gracias a “una actitud social crítica”.
Precisamente, entre los principales retos ha indicado que no se ha aplicado la norma con “suficiente intensidad” en campos que afectan a la prevención, como puede ser la educación. Por eso, ha abogado por “ampliar el foco” y que el objetivo principal no sea que la mujer denuncie, sino la “detección para poder responder pronto ante los casos”.
Por otro lado, la socióloga feminista y ex secretaria de Estado de Igualdad, ha indicado que la Ley de Violencia de Género “todavía tiene muchas deficiencias en su aplicación”, ya que “depende, algo que no pasa con otras leyes, de la buena disposición y de la profesionalidad de quienes tienen que estar acompañando a la víctima en todo el proceso”, ya sean centros sanitarios, jueces o policías.
Así, ha destacado instrumentos como VioGén, el sistema policial de seguimiento de los casos de violencia de género, pero ha recordado que se necesitan también otros profesionales para hacerlo más eficaz. “Creo que hay que invertir muchísimo más, realmente hay que invertir muchísimo más”, ha enfatizado.
Sin embargo, ha puesto en valor los cambios sociales que han supuesto estas dos décadas de aplicación de la ley y que hasta su aprobación “nadie paraba cuando había un asesinato, sólo el 25 de noviembre”. “Sí ha habido una respuesta, pero falta de que los poderes públicos respondan”, ha denunciado, para recordar que “cumplir la ley es dotarla de instrumentos”. Como punto positivo ha mencionado el caso de Asturias, donde desde 2020 existe un Centro de Crisis para víctimas de agresiones sexuales.
DISCURSOS NEGACIONISTAS
Por otro lado, preguntada por cómo afecta a la sociedad la presencia en la vida política y en los medios de comunicación de discursos que niegan la existencia de la violencia de género, Murillo ha afirmado que estos vienen de “grupos políticos tóxicos”, ya que si se hablara de violencia intrafamiliar sólo se registraría como tal si esta se produjese dentro de un núcleo de convivencia, por lo que quedarían fuera las adolescentes o las mujeres separadas.
“Frente a lo tóxico valen los datos”, ha explicado, para recordar que existen informes que demuestran que las denuncias falsas solo suponen el 0,001%, pero “los grupos políticos tóxicos viven del enfado y de la ignorancia”, ha afirmado.
Por su parte, Miguel Lorente ha comentado que los actuales discursos negacionistas son “uno de los retos que tenemos por delante”, pero se trata de “reacciones” a un “cambio y transformación de la sociedad a favor de la igualdad que es imparable”.
Así, ha afirmado que hablar de ataque contra los hombre o negar la misma existencia del terrorismo machista es “un indicador de que quien se está viendo comprometido por esa transformación social, está dispuesto a utilizar todos los instrumentos y todos los medios para retener a la sociedad dentro de sus referencias culturales tradicionales”.
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