ZARAGOZA, 9 (EUROPA PRESS)
El portavoz del grupo parlamentario del PP de las Cortes de Aragón, Fernando Ledesma, ha exigido este miércoles al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que “rectifique y pida disculpas” por afirmar -este martes– que el traslado a Aragón de la mayoría de los bienes del monasterio de Sijena (Huesca) desde Cataluña fue político y ha advertido de que la Comunidad Autónoma “jamás va a permitir el expolio una vez más”.
Ledesma ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha tildado de “lamentables” las declaraciones de Urtasun por “desacertadas y fuera de lugar, irreconciliables con los hechos”, subrayando que el conflicto en los tribunales “es fruto de la falta de voluntad de todos los Gobiernos catalanes por intentar llegar a una solución pacífica y dialogada”.
El diputado del PP ha manifestado que los conflictos se deben dirimir en los tribunales “en última instancia, cuando el diálogo es imposible” y ha recordado que el primer Gobierno de Aragón que judicializó el caso fue el de Marcelino Iglesias (PSOE-PAR), cuando la entonces ministra de Cultura, Eva Almunia, pidió el ‘exequatur’ para que los tribunales civiles pudieran aplicar las sentencias eclesiáticas que reconocían la propiedad aragonesa de los bienes de Sijena. El posterior Gobierno de Luisa Fernanda Rudi (PP-PAR) “interpuso los pleitos definitivos”.
“Los juzgados, la Audiencia Provincial de Huesca y el Tribunal Supremo declararon que la venta de los bienes resultó ilegal y que formaban parte indivisa del monasterio y no podían desagregarse”, ha indicado Ledesma, añadiendo que el Gobierno de Javier Lambán (PSOE-CHA-PAR-Podemos) “recogió el fruto de los anteriores para traer los bienes”, aunque no todos han vuelto y faltan las pinturas de la sala capitular, cuya propiedad los tribunales han reconocido a Aragón.
Ledesma ha pedido a los grupos que apoyan al Gobierno de España “expliquen a Urtasun la verdadera historia de los bienes y las sentencias judiciales para que rectifique”, añadiendo: “No podemos tolerar que un ministro no quiera cumplir las sentencias y las tergiverse”, y que “por mantenerse en un Ministerio esté dispuesto a decir lo que quieren oir los independentistas catalanes”, criticando su “profundo desconocimiento del conflicto”.
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