LOGROÑO, 7 (EUROPA PRESS)
El programa de acceso a la cultura en el mundo rural ‘Aprender’ llega este año a 12 localidades -dos nuevas, Cuzcurrita de Río Tirón y Ventosa- de la mano de Fundación La Caixa y Fundación Caja Rioja. Además, incluye el teatro como actividad que viajará al mundo rural.
Una nueva edición que han presentado el gerente de Fundación Caja Rioja, Carlos Fuentes Ochoa; y la delegada territorial de Fundación La Caixa en La Rioja, Sandra Usón. Se trata de la cuarta edición que llegará a San Asensio, Agoncillo, Ausejo, Alesanco, Ribafrecha, Cuzcurrita de Río Tirón, Ventosa, San Román, Aguilar del Río Alhama, Torrecilla en Cameros, Casalarreina y Anguiano, con actividades como exposiciones, cursos de formación, encuentros con escritores, sesiones de teatro y conciertos.
Fuentes ha destacado que el programa “es un proyecto impulsado por Fundación Caja Rioja en colaboración por primera vez con Fundación La Caixa, que cuenta con la colaboración de 12 Ayuntamientos y la implicación de numerosas entidades y vecindario”.
De esta forma, ha explicado que la formación va de la mano con la Universidad Popular de Logroño, la Biblioteca Pública de La Rioja y las personas que están asentadas en las localidades en las que se lleva a cabo el poryecto y han querido sumarse ofreciendo su conocimiento; las sesiones de lectura están coordinadas por la Asociación Riojana de Escritores.
“Este año la principal novedad es que haber sido capaces de generar una oportunidad de empleo en los pueblos y haber conseguido que aquellas personas que viven en estos municipios, con formación y preparación profesional adecuada, puedan impartir diferentes cursos; es un objetivo y un reto para las próximas ediciones del programa”, ha indicado.
La nueva edición de “Aprender” consolida las actividades en los municipios pequeños donde Fundación Caja Rioja lleva trabajando desde la primera edición de este programa y fortalece los lazos con otros municipios que quieren sumarse a esta iniciativa, que en 2024 son Cuzcurrita y Ventosa.
‘Aprender’, además, constata que los espacios de encuentro creados en las diferentes localidades para la realización de las actividades son espacios de participación, en muchos casos intergeneracional, para las personas; lugares para compartir saberes y experiencias, lugares de conversación y de compañía”, ha detallado.
De esta forma, ha dicho, “volvemos a realizar talleres, exposiciones, eventos literarios, en concreto, se realizarán 34 talleres diferentes de temáticas culturales, 36 exposiciones, 12 talleres de la Biblioteca de La Rioja, 12 encuentros con escritores, 4 talleres de Lectura fácil, dos conciertos y dos obras de teatro, una disciplina que por cierto también es novedad este año”, que llegarán a implicar a más 2.500 personas”.
A través de este proyecto, Fundación Caja Rioja trabaja diferentes ODS. Entre ellos, el 4 (Educación de Calidad, fomento la educación global para el desarrollo sostenible); el 10 (Reducción de las desigualdades con la igualdad de oportunidades, en este caso, de formación); el 11 (Ciudades y comunidades sostenibles, con el apoyo a la creación de vínculos entre las zonas periurbanas y rurales) o el 17 (Alianzas para lograr los objetivos, con el fomento de sinergias público-privadas).
Por su parte, Usón ha destacado la satisfacción “de sumar sinergias y recursos, no solo económicos, sino también profesionales, metodológicos a este objetivo común que tenemos es llegar con la cultura a todas las poblaciones, sea cual sea el código postal donde la persona viva, de La Rioja en este caso”.
“Esas doce proyecciones, con el programa de acceso, aprender, se suma a ese vínculo cultural, a ese vínculo educativo, divulgativo y al final promocional de las personas que viven ese día a día con muchos recursos, pero muchos otros que hay que apostar, impulsar, sobre todo para esos colectivos como la mujer, los jóvenes o las personas mayores, no solo en la digitalización, sino en el aislamiento y, por qué no, en la socialización y en el vínculo entre vecinos”, ha añadido Usón, que ha indicado que Fundación ‘la Caixa’ aporta 30.000 euros.
TRES PARTES
El programa ‘Aprender’ se divide en tres partes: Aprender mirando, que lleva a cabo exposiciones temáticas por los diferentes municipios de carácter divulgativo y que están producidas por Fundación Caja Rioja. Este año se colgarán las siguientes: Los Milagros del Santo, El Rioja de etiqueta, La Pasión en La Rioja, Crónicas Najerenses, Castillos de La Rioja, Fuentes de La Rioja, Exvotos de La Rioja, La pelota en La Rioja y varias de producción propia sobre los distintos municipios, entre ellos, Agoncillo, Alensaco o Casalarreina.
Por su parte, Aprender conversando es un programa formativo en el que se llevan a cabo cursos de diferente temática: creatividad, competencias digitales (whatsapp y redes sociales), manualidades, costura, cestería, bienestar, dibujo, fotografía y costura, entre otros.
Aprender leyendo se lleva a cabo en colaboración con la Biblioteca de La Rioja y la Asociación Riojana de Escritores, que facilita el acceso al conocimiento y a la lectura a los habitantes del mundo rural: acceso de libros, audiolibros, revistas, películas, etc. Además, la Biblioteca realizará talleres sobre el uso de la aplicación eBiblio de La Rioja, que abre la posibilidad de acceder a los servicios virtuales de préstamo de libros, revistas, periódicos y audiolibros digitales, y a la visualización de películas y documentales a través del servicio Efilm La Rioja. También habrá sesiones de lectura fácil en diferentes localidades.
En colaboración con la Asociación de Escritores de La Rioja se han organizado sesiones de lectura con autores como Carlos García Vaquero, Silvia Eguíluz, Raquel Villar, Francisco Tapia, Jorge de Leonardo o Vega Arresti, entre otros.
Por último, Aprender escuchando este año ha programado dos sesiones de teatro en Alesanco y Ribafrecha, de la mano del grupo de teatro Sin Límite de Cuzcurrita; así como dos conciertos en Cuzcurrita y en Agoncillo protagonizados por la Banda de Música de San Asensio.
Fuentes, para concluir, ha señalado que en los municipios se recibe con muchas ganas el programa, porque “son poblaciones que, en la mayoría de los casos, realiza actividades solo en verano y entonces los meses de otoño e invierno, donde viven las personas que los habitan de forma continúa, no tienen programación cultural”.
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