VALÈNCIA, 7 (EUROPA PRESS)
Los expertos del Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i) utilizan unas gafas de realidad aumentada para visualizar, directamente al mirar un cuadro, las capas de barniz que hay tras la pintura, los dibujos ocultos que el artista rectificó o las zonas donde el pigmento está dañado. Imágenes que solo los rayos x, los infrarrojos y la luz ultravioleta pueden destapar pero que ahora se desvelan a simple vista.
Se trata de un proyecto pionero del IVCR+i para aplicar la realidad aumentada y virtual a la restauración del arte. El software desarrollado por el instituto se está probando por primera vez y el cuadro elegido es uno de los más conocidos en la Comunitat Valenciana: el retrato de Felipe V habitualmente colgado boca abajo en Xàtiva (Valencia) y que se está restaurando en los talleres del instituto.
El popular retrato ‘invertido’ del rey Felipe V fue pintado en 1719 y, con posterioridad, Xtiva decidió mostrarlo boca abajo como castigo simbólico al monarca, que ordenó quemar la ciudad y cambió su nombre por el de Ciudad de San Felipe por apoyar la causa del archiduque Carlos de Austria durante la Guerra de Sucesión por el trono español, que se desencadenó en España en 1701 y finalizó con la instauración de la monarquía borbónica en el país.
El técnico superior de estudios físicos del IVCR+I David Juanes; el especialista en realidad aumentada y virtual Manuel Alejandro Cercos Pérez y la secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar, han dado a conocer este lunes la iniciativa, que es una “primera aproximación” a las posibilidades que brinda esta nueva tecnología para la restauración y conservación del patrimonio.
“La realidad aumentada permite proyectar una imagen sobre el mundo real”, ha explicado Juanes. Con el software desarrollado por el ICCR+i, se proyectan directamente imágenes sobre el retrato de Felipe V. Así, se puede contemplar la imagen real y, a la vez, la superpuesta, para facilitar la tarea de los restauradores de arte.
La secretaria autonómica ha destacado que el proyecto supone “poner al servicio de la restauración la última tecnología”. “Se pueden ver desde los arrepentimientos de los pintores y diferentes elementos que no se ven a primera vista. Esto es muy interesante a desarrollar para la restauración”, ha añadido.
VISIÓN DE RAYOS X, INFRARROJOS Y ULTAVIOLETA
Los restauradores han sometido la pintura de Felipe V a los habituales análisis de rayos X, ultravioleta e infrarrojos. Además, escanearon también el cuadro para obtener un modelo tridimensional.
Después, los técnicos han volcado esas imágenes al nuevo software creado por el instituto. El resultado es que, al colocarse las gafas, los restauradores pueden mirar el cuadro de forma normal o se puede proyectar directamente sobre la obra la información resultante de los análisis: se aprecian así a tiempo real las capas de barniz, las rectificaciones del dibujo o los clavos y tablas del bastidor.
Tradicionalmente, los restauradores consultan en papel unas radiografías y luego van al lienzo a señalizar con tiza la zona en la que tienen que intervenir. Con las gafas, al ver directamente sobre el cuadro los posibles daños, los restauradores pueden marcar con una precisión “al milímetro” el área que deben tratar, ha explicado David Juanes.
En concreto, el uso de esta tecnología en el retrato de Felipe V ha permitido localizar y marcar con precisión las zonas con repintes con una claridad sorprendente al superponer la imagen ultravioleta sobre la obra.
LA TECNOLOGÍA REVELA INSCRIPCIONES OCULTAS
La aplicación tiene un menú que permite elegir el tipo de información que se proyecta sobre el cuadro. La imágen ultravioleta permite apreciar los barnices y repintes que no se ven a simple vista, algo útil en procesos de limpieza. El restaurador también puede elegir ver directamente la imagen de rayos x, que descubre los clavos y maderas del bastidor, han precisado desde el IVCR+i.
Por su parte, al elegir la visión infrarroja, aparece el dibujo oculto subyacente que puede haber realizado el artista, e incluso arrepentimientos del dibujo.
Por ejemplo, las gafas de realidad aumentada permiten comprobar cómo, en la cartela del cuadro, hay en realidad tres inscripciones: queda al descubierto que la inscripción de ‘Felipe V’ se superpuso a otra de ‘Don Fernando Bornón príncipe de Asturias’, que a su vez también se superpuso a otra de ‘Felipe V’.
El desarrollador de la aplicación ha detallado que la institución lleva unos cinco meses trabajando en este proyecto concreto pero cerca de dos años explorando las posibilidades de la realidad virtual y aumentada, que van a seguir desarrollando más allá de esta prueba.
“Ahora mismo estamos preparando una aplicación que permita a los propios restauradores configurar qué cuadros se pueden ver y poder aplicarlos también a otras obras, no solo a esta, que es el prototipo. También poner más tipos de información y gráficas”, ha explicado Manuel Alejandro.
REALIDAD VIRTUAL PARA DIVULGAR Y DOCUMENTAR
David Juanes ha explicado que otra parte de este proyecto incide en la realidad virtual y su utilización para documentar. Así, ha explicado que se están documentando exposiciones temporales del Museo de Bellas Artes de València para poder revisitarlas con realidad virtual.
El técnico superior ha destacado que su equipo también trabaja la realidad virtual como herramienta de difusión. Han creado una habitación virtual en cuyo centro está el cuadro de Felipe V y, alrededor, paneles explicativos en las paredes. Así, los interesados pueden descargarlo en sus gafas de realidad virtual o simplemente verla en la web del IVCR+i.
El estudio de la institución forma parte de un proyecto de investigación financiado por la Unión Europea a través del programa Next Generation EU, en el marco del ‘Programa Investigo’, Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, en el que también colabora el IES Politènic de Castelló de la Plana.
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