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El director de Gogora asiste en Pamplona a la entrega de los restos de tres víctimas de la represión franquistafamilias

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El Gobierno navarro ha entregado a sus familiares los restos de Tomás Mardones, Segundo Hernández y Tomás Nache

VITORIA, 7 (EUROPA PRESS)

El director del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, Alberto Alonso, ha asistido este lunes en Pamplona/Iruña al acto institucional de entrega de los restos de los vitorianos Tomás Mardones y Segundo Hernández, y el almeriense Tomás Nache, presos del Fuerte de San Cristóbal ejecutados por los franquistas tras sus intentos de fuga.

Nache y Mardones fueron asesinados en 1936 acusados de intentar fugarse de la prisión de San Cristóbal, y sus restos fueron encontrados en el cementerio de Berriozar en marzo de 2022, según ha recordado Gogora en un comunicado.

Segundo Hernández fue asesinado en Elía, durante una fuga en 1938, y sus restos fueron recuperados en la fosa de Elía (Valle de Egüés), en 2015.

La vicepresidenta y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera del Gobierno de Navarra, Ana Ollo, ha efectuado la entrega de los restos a los familiares, en un acto institucional celebrado en el Palacio de Navarra.

A la ceremonia han asistido, además de familiares de los tres presos asesinados, miembros del Parlamento de Navarra, de la Comisión Técnica de Memoria Histórica, autoridades municipales, representantes de las asociaciones memorialistas, técnicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, y del laboratorio Nasertic, encargado de las identificaciones genéticas.

A través de su presencia en el acto, Alonso ha querido mostrar el compromiso del Gobierno Vasco con las políticas públicas de memoria dirigidas a la recuperación, identificación y entrega a sus familiares de las personas que fueron víctimas de la represión franquista.

BIOGRAFÍAS

Tomás Mardones Llorente nació el 4 de mayo de 1912 en Vitoria/Gasteiz y era carpintero de profesión. Era miembro de la CNT y de la FAI y estaba relacionado con un activo grupo de anarquistas alaveses. Además, como varios de sus hermanos, fue futbolista de la plantilla del Deportivo Alavés.

Otro de sus hermanos, Alejandro Mardones, también estuvo preso en el Fuerte de San Cristóbal, participó en la fuga de 22 de mayo de 1938 y fue asesinado en durante esa huida, sin que hasta la fecha hayan podido ser identificados sus restos. Tomás Mardones ingresó en el fuerte de San Cristóbal el 24 de junio de 1936, y, según el investigador Fermín Ezkieta, participó en un intento de evasión el 27 de julio de 1936, que conllevó la apertura del sumario 775/1936.

El 1 de noviembre de ese año fue ejecutado extrajudicialmente con otros veinte compañeros presos. Tras su muerte, los cuerpos fueron trasladados al cementerio de Berriozar, donde una placa instalada por la asociación Txinparta-Fuerte de San Cristóbal, en 2009, recuerda sus nombres.

Entre los nombres de esos reclusos se encuentra también el de Tomás Nache, miembro de la CNT, que tenía 22 años, y era natural de Almería y carpintero de profesión. Ingresó en el fuerte de San Cristóbal el 22 de junio de 1936, y, según Ezkieta, participó en el mismo intento de evasión. Estos dos presos fueron ejecutados como represalia, meses después de la fuga.

Segundo Hernández Blanco, exhumado de la fosa de Elía en 2015, era, al igual que Tomás Mardones, natural de Vitoria-Gasteiz y tenía 19 años cuando se produjo la fuga de mayo de 1938. Era militante de la CNT y fue detenido junto con otros jóvenes el 24 de julio de 1936, condenado a 20 años de prisión e ingresado en la prisión provincial de la capital vitoriana, hasta enero de 1937, cuando fue trasladado al Fuerte San Cristóbal.

Su padre, Joaquín, ya había sido asesinado el 14 de diciembre de 1936. En mayo de 1938 participó en la gran fuga junto con otros 795 presos, fue capturado y asesinado junto con otros dos compañeros, entre ellos Vicente Mainz, en Elía donde se encontraron sus cuerpos.

El Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora se ha unido al llamamiento que ha hecho el Gobierno de Navarra para localizar a los familiares de los fugados y represaliados cuyas muestras genéticas puedan permitir nuevas identificaciones.


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