MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
Un informe de Educo y la Universidad Pontificia Comillas concluye en la necesidad de que la Ley Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (Lopivi), aprobada en junio de 2021, tenga un desarrollo aplicable cuanto antes para prevenir distintos abusos contra la infancia.
Para concienciar a la sociedad y a las administraciones a acelerar su desarrollo, los autores del informe han calculado que la violencia sexual contra los menores en España supone un coste mínimo de 4.500 millones de euros al año, lo que equivale al 0,31 del PIB.
Laura Barroso, investigadora de la Cátedra de Derechos del Niño de la Universidad Pontificia Comillas, explicó a Servimedia que el informe ‘¿Cuánto cuesta mirar hacia otro lado? Los costes de la violencia sexual contra la infancia y adolescencia’, realizado por Educo y la citada cátedra, “debería servir para visibilizar que es un problema, que debería invertirse el dinero en prevenirse casos y detectarlos de manera precoz y atender a las víctimas de una manera adecuada”.
“Aunque hay daños que son muy difícilmente medibles y que tienen una magnitud y profundidad que no se puede asociar a un precio concreto, parece que la sociedad y las administraciones entienden la realidad con cifras económicas”, prosiguió. Para Barroso, el estudio recoge “cifras de mínimos” pues “hay muchos costes ocultos que no podemos valorar”.
“La ley fue todo un hito. Ha incorporado cuestiones novedosas, pero tenemos el reto de que funcione de manera efectiva, con el desarrollo normativo correspondiente. No acaba la historia con la aprobación de la ley. Tenemos todo un reto como sociedad”, subrayó.
SALUD MENTAL Y DISCAPACIDAD
En el cálculo de ‘¿Cuánto cuesta mirar hacia otro lado?’ se han incluido gastos que las víctimas tienen que afrontar por ejemplo cuando van al psicólogo, donde se detectan muchos casos no confesados antes, de ahí la importancia de la prevención. De hecho, el informe recoge que muchos problemas de salud mental se cronifican con el tiempo, en base a datos de otros autores recabados para el documento de Comillas y Educo: “Las víctimas de abuso sexual infantil pueden experimentar en su vida adulta una tasa de trastornos mentales 2,4 veces mayor que las personas no expuestas”.
Además, Barroso indicó a Servimedia que diferentes investigaciones recogen también “que la infancia con discapacidad es más vulnerable a sufrir violencia sexual”, como subrayó el informe ‘Ojos que no quieren ver’ de Save the Children.
Este ámbito, la investigadora dejó abierta la posibilidad de que se pueda estudiar más esa relación entre violencia y discapacidad, como también no sólo abordar la violencia sexual, sino también abrir la investigación “a otras situaciones de violencia” para ponerlas “en el foco” ya que “algunas están interconectadas”, zanjó.
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