LOGROÑO, 06 (EUROPA PRESS)
La pobreza visual infantil persiste: más de 4.100 menores riojanos no pueden disfrutar de una buena visión por los problemas financieros de su familia, dado que el coste que suponen sus gafas o lentillas puede suponer un quebranto para la economía familiar. Este es uno de los datos dados a conocer por la asociación de utilidad pública, ‘Visión y Vida’.
La entidad, gracias al apoyo de Correos Express, filial de paquetería urgente del Grupo Correos, ha desgranado los resultados de su último estudio, ‘Radiografía de la pobreza visual infantil en España, 2024’, una actualización del informe presentado en 2022, en el que por primera vez se midió la prevalencia de “pobreza visual” en el país.
“Acuñamos el término pobreza visual durante la gran crisis de 2008, cuando detectamos que, ante una situación de vulnerabilidad económica, hay personas que tienen incapacidad para hacer frente al gasto que supone comprar o renovar sus equipamientos ópticos. En el caso de la pobreza visual infantil, nos referimos a aquellos casos en los que un menor de 18 años necesita gafas, lentes de contacto o terapia visual para poder ver bien, pero la situación económica de su familia no se lo permite”, explica Alsina.
Para realizar este estudio, Visión y Vida aplica una metodología en la que cruza la tasa de riesgo de pobreza a nivel estatal y autonómico, con los datos ofrecidos por la Fundación ISEAK, a los que aplica la tasa de prevalencia media de problemas visuales por edades (31 por ciento en caso de menores). “Sabemos que estos cálculos no son científicamente exactos, ya que es imposible revisar a todos los ciudadanos para lograr la precisión, pero nos ofrecen una imagen estimada del problema que tenemos ante nosotros”, explica Alsina.
En La Rioja todavía hay 4.101 menores que sufren pobreza visual (7,1 por ciento). En el plano nacional, estamos hablando de 721.497 menores (8,4 por ciento). “Estamos lejos de nuestro objetivo, que es lograr una tasa cero de pobreza visual infantil. La situación ha mejorado de manera relativa, pero es imprescindible que se pongan en marcha medidas eficientes para asegurar que, en el caso de los menores, todos tienen las mismas opciones de accesibilidad a una buena salud visual, dado que sabemos que este problema puede afectar a su desarrollo educativo y cognitivo, reduciendo sus posibilidades futuras”.
“Solo hay que recordar que uno de cada tres casos de fracaso escolar se debe a un problema de visión. Saber que puede haber más de 700.000 menores que vean lastrado su futuro por algo tan simple como no disponer o no llevar actualizadas sus gafas o lentillas es algo que debe preocuparnos como país”, ha añadido Alsina.
Como se ha podido comprobar en diferentes ocasiones, la pobreza se distribuye de manera desigual entre las diferentes comunidades autónomas. De este modo, Ceuta lidera la tabla con un 19,8 por ciento de pobreza infantil, seguida de Asturias (11 por ciento), Islas Baleares y Navarra (10,2 por ciento), Melilla (10,1 por ciento), Comunidad Valenciana (9,6 por ciento), Andalucía (9,3 por ciento), Aragón (9 por ciento), y Canarias (8,6 por ciento). Todas se encuentran por encima de la media (8,4 por ciento), en la que se halla Cataluña. Por debajo, encontramos a Extremadura y Murcia (7,8 por ciento), Castilla-La Mancha y Comunidad de Madrid (7,5 por ciento), Castilla y León (7,4 por ciento), Cantabria (7,2 por ciento), La Rioja (7,1 por ciento), País Vasco (6,4 por ciento) y Galicia (6,2 por ciento).
Visión y Vida recuerda que para eliminar esta problemática actual, solo existe una solución. “En primer lugar, es necesario concienciar, ya que sabemos que el 59 por ciento de las familias no revisa el estado de la visión de sus hijos porque estos no se quejan”, cuenta Alsina. Por eso, la entidad lleva años reclamando la existencia de un Plan Estatal de Salud Visual que permita que desde pediatría hasta geriatría, se recuerden las revisiones visuales pertinentes.
“Después es imprescindible aplicar sistemas de compensación económica para aquellas familias con una economía más frágil. Ya ha habido varios intentos de solucionar este problema y estamos a la espera de ver cómo desde el Ministerio de Sanidad se pone en marcha la medida prevista para terminar con la pobreza visual entre la población más joven”, afirma. Porque para la entidad, “tras solucionar la pobreza visual infantil, sería necesario continuar con otros segmentos de población vulnerables, como los mayores”, concluye Alsina.
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