Desde la patronal del sector solicitan mantener la “igualdad de condiciones” entre las empresas
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Los fabricantes europeos de automóviles han solicitado a la Comisión Europea que establezca una política industrial “integral” tras la decisión de los Estados miembro de mantener vigentes los aranceles al coche eléctrico chino a expensas de las negociaciones entre los bloques, que se sucederán a lo largo de las próximas semanas.
“Los aranceles son el enfoque equivocado y no mejorarían la competitividad de la industria automovilística europea”, han asegurado fuentes del grupo Volkswagen, el mayor fabricante del continente, a Europa Press nada más conocerse la decisión de Bruselas.
Desde la compañía germana confían en que el bloque comunitario y el Gobierno chino sigan negociando “de manera constructiva” para encontrar una solución “política”, al considerar que el objetivo común “debe ser evitar cualquier derecho compensatorio” y un conflicto comercial a largo plazo”.
En una línea similar se pronuncian desde BMW, donde remiten a las declaraciones de hace unos días del consejero delegado de la empresa, Oliver Zipse, quien pidió a Alemania oponerse –como ha hecho– en la votación sobre los aranceles en aras de la “prosperidad” económica del país.
Consideraba el directivo de la automovilística que los aranceles suplementarios al actual del 10% a las importaciones podría perjudicar a las empresas germanas a nivel mundial y “provocar un conflicto comercial que, en última instancia, solo conoce perdedores”.
Asimismo, desde Mercedes-Benz ponen el foco en las repercusiones “negativas” que pueden tener estras trabas comerciales. El fabricante de Stuttgart aboga por un cambio en la solución adoptada en defensa del libre comercio y la competencia leal entre marcas.
“Estamos convencidos de que los aranceles punitivos empeorarán la competitividad de una industria a largo plazo”, puntualizan desde la compañía.
Por su parte, fuentes del grupo Stellantis admiten que la industria automovilística “está bajo la presión de los ambiciosos planes de reducción de dióxido de carbono y de la ofensiva comercial global china”, pero también avisan de que los aranceles no son la única solución y ponen el foco en la necesidad de políticas “que apoyen la demanda y garanticen la estabilidad de las reglas”.
Desde Renault, consultados por Europa Press han optado por esperar a tener una opinión definida sobre este asunto.
POLÍTICA INDUSTRIAL ADECUADA A nivel general, desde la Asociación Europea de Frabicantes de Automóviles (ACEA, por sus siglas en inglés), la patronal del sector, aseguran en un comunicado que el comercio libre y justo es “esencial”, pero es solo “un aspecto de la competitividad global”.
La organización pide mejorar la competitividad de la industria facilitando el “el acceso a materiales críticos y energía asequible, estableciendo un marco regulatorio coherente, expandiendo la infraestructura de recarga y recarga de hidrógeno, brindando incentivos de mercado y abordando otros factores clave”.
Según han informado a Europa Press diversas fuentes diplomáticas, junto a Alemania han votado en contra de los aranceles Hungría, Malta, Eslovaquia y Eslovenia; y doce se han abstenido: España, Bélgica, República Checa, Grecia, Croacia, Chipre, Luxemburgo, Austria, Portugal, Rumanía, Suecia y Finlandia.
Una vez se cumpla el proceso formal, las nuevas tarifas, que se suman al 10% que ya aplica la UE a las importaciones de coches y, por tanto, elevarán los aranceles hasta a un 45,3% para algunos de los fabricantes, entrarán en vigor el 31 de octubre, tras la publicación la víspera en el Diario Oficial de la UE (DOUE).
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