MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha remarcado la necesidad de apostar por un nuevo modelo para las residencias de mayores que se centre en “las necesidades de las personas y no solamente en las necesidades de las instituciones”, y que sean modelos “más cercanos, más humanos, más integrales y más comunitarios”.
Así lo ha destacado durante la clausura del ciclo de jornadas sobre envejecimiento y salud, celebrado este jueves en el Ministerio de Sanidad y en el que se ha debatido sobre la necesidad de reforzar la atención sanitaria de las personas mayores en las residencias de la mano de las labores sociales.
En este aspecto, la ministra ha resaltado que actualmente hay muchos “pacientes longevos, con pluripatologías y con enfermedades crónicas que requieren de un abordaje que no solamente es un abordaje sanitario, sino también un abordaje desde la perspectiva social”.
Desde el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, la secretaria de Estado, María Rosa Martínez, ha apuntado que este Ministerio está “en proceso de desplegar la estrategia estatal para un nuevo modelo de cuidados en la comunidad” con el fin de promover una atención más cercana al domicilio de las personas mayores sin que tengan que acudir a una residencia más lejana y así puedan mantener las relaciones con los familiares.
“Creemos que es un programa extraordinariamente ambicioso que va a suponer un gran esfuerzo presupuestario, pero también político, que ha de sostenerse durante décadas. La mayoría de las personas cuando se les pregunta dónde quiere usted envejecer responden lo mismo, en mi comunidad, en mi hogar o lo más cerca posible de él. Para hacer deseo a esta realidad tangible, evidente y de sentido común la estrategia va a promover una atención más cercana al domicilio de las personas”, ha declarado María Rosa Jiménez.
En este sentido, ha explicado que con este nuevo programa se pretende “ofrecer servicios más personalizados de pequeña escala mediante la asistencia a domicilio, la teleasistencia y los centros de día”. “El plan cuenta con una dotación económica inicial que supera los 1.300 millones de euros financiado por fondos europeos, principalmente a cargo del Fondo de Recuperación, Transformación y Resiliencia, pero también del Fondo Social Europeo. De modo que al ponerlo en práctica no sólo vamos a estar respondiendo a una demanda social acuciante, sino que vamos a fomentar la innovación en el ámbito de los cuidados de larga duración”, ha afirmado.
“Entendemos que las personas en situación de dependencia deben acceder y recibir atención sanitaria en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía, independientemente de su lugar de residencia. Además, este derecho a la salud exige que se establezcan procedimientos y mecanismos de coordinación sociosanitaria necesarios para garantizar una atención integral ya que la atención debe responder de manera complementaria y sinérgica a las necesidades de las personas en situación de dependencia, integrando de manera efectiva los servicios sanitarios y los servicios sociales”, ha declarado Jiménez.
De esta manera, ambos Ministerios han mostrado su postura favorable hacia un “cambio de paradigma” en el modelo de residencias de mayores de España, donde la persona sea la prioridad y donde, además se cuide a los cuidadores aunando la atención social y la sanitaria para garantizar el “bienestar de las personas en situación de dependencia, especialmente quienes enfrentan enfermedades avanzadas, demencias o quienes requieren cuidados paliativos”. “El Sistema Nacional de Salud debe asegurar el acceso equitativo a los servicios, ya sea en domicilios o en centros colectivos”, ha concluido la secretaria de Estado.
LA CERCANÍA TERRITORIAL Y LA TELEASISTENCIA: DOS ÁREAS DE MEJORA
Durante el encuentro diferentes expertos en atención sanitaria a mayores han debatido sobre las posibles áreas de mejora para la atención a los mayores en las residencias ya que “la situación es tremendamente heterogénea” ya que hay residencias de muy diversos tamaños y distribuidas en diferentes ámbitos territoriales, algo que produce una atención desigual.
Así lo ha destacado la médico de familia y vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), Susana Aldecoa, quien ha apuntado por “dos ámbitos de acción esenciales”: el territorio, ya que es “esencial que los ciudadanos puedan seguir viviendo en sus zonas, y no que tengan que desplazarse a tres horas porque se rompen sus vínculos con su entorno”; y otro aspecto clave es “integrar la atención sanitaria con la sociosanitaria desde el ámbito de la atención primaria”.
Asimismo, Aldecoa ha reivindicado el papel de la teleasistencia y la atención domiciliaria porque “si la residencia es el domicilio del paciente, hay que ir a las residencias”. “La teleasistencia es crucial, nos está dando una capacidad de gestión muy importante, pero esto no tiene nada que ver con lo que es prestar una atención a un paciente. El paciente hay que verlo en su espacio”, ha afirmado.
Para ello, la experta ha remarcado la importancia de coordinarse sobre la información del paciente y que “las residencias tengan la historia clínica de los pacientes disponibles”. “Me niego a renunciar a la atención en domicilio de las personas, es irrenunciable por una cuestión de equidad”, ha declarado. También es clave el papel de las enfermeras gestoras de casos como “enlace entre el personal de las residencias, el paciente y el centro de salud”.
“A veces pensamos en la vida de las personas y no contamos con las personas. Los residentes me decían que lo que más les importaba era el trato. Querían ser tratados como personas. Recibir cariño, tener un contacto personal. Les gustaría poder seguir en contacto con sus familias, que pudieran ser visitadas con sus vecinos, con sus amigos”, ha remarcado Susana Aldecoa.
Por su parte, el técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería en Gran Residencia y miembro de AETESYS, Ángel Gil Blanco, ha puesto de ejemplo la situación que se vivió en las residencias durante la pandemia del Covid-19 y como esta ha dejado ver las deficiencias de este sistema. “En el covid hemos sobrevivido como se ha podido pero nos ha dejado ver las deficiencias que tenemos y uno de los mayores déficits que tenemos es el tiempo de atención por las sobrecargas de trabajo”, ha afirmado.
Según Gil Blanco, se ha avanzado “muy poco” desde la pandemia” ya que los recursos humanos siguen siendo escasos y “no se han corregido las necesidades”.
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