BERLÍN, 1 (DPA/EP)
Las fuerzas de seguridad alemanas han detectado 2.448 intentos de entrada ilegal en el país desde que el Gobierno de Olaf Scholz amplió hace dos semanas los controles a todas las fronteras terrestres con el objetivo de frenar la inmigración y combatir el terrorismo islamista.
De los casos detectados, 1.546 corresponden a personas expulsadas tras entrar en Alemania de forma irregular, mientras que para 69 directamente se ha prohibido que puedan volver a acceder, según las estadísticas divulgadas este martes por la Policía y en las que se confirma además el arresto de 49 presuntos traficantes.
Alemania ya tenía controles en los límites con Polonia, República Checa, Austria, Suiza y Francia –en este último caso a raíz de los Juegos Olímpicos–, pero el 16 de septiembre comenzó a aplicarlos también para Dinamarca, Bélgica, Países bajos y Luxemburgo.
Se trata de una medida temporal, en teoría para seis meses, aunque lo cierto es que en el caso de Austria los controles están en vigor desde el año 2015. Varios países han expresado públicamente su malestar con una limitación de movimientos contraria al espíritu y las leyes del espacio Schengen.
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