Entre los 50 firmantes se encuentran ocho empresas españolas que piden que no se modifiquen los objetivos para coches y furgonetas
MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Los consejeros delegados de Volvo Car, Iberdrola, Uber y de otras 47 empresas, entre ellas ocho españolas, han pedido a la Unión Europea que no reabra su objetivo de cero emisiones para coches y furgonetas en 2035.
En una declaración publicada por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) los ejecutivos de toda la cadena de valor de la automoción, las tecnologías limpias, el transporte y la energía entre las que también se encuentra la empresa de ‘leasing’ Ayvens, afirman que el objetivo marcado por la UE es “factible y necesario”.
“El objetivo de 2035 ofrece una dirección clara que nos permitirá a las empresas, junto con todas las demás partes interesadas, centrarnos en llevar a cabo la transformación necesaria”, afirman los directivos en la declaración llamada Industryfor2035.org. “También proporciona la tan necesaria certidumbre inversora sobre el futuro de la industria del automóvil en Europa”, añaden.
Los fabricantes de vehículos eléctricos Polestar y Rivian también firmaron la declaración, junto con el minorista británico Tesco y la mayor franquicia de Ikea, Ingka. En España, además de la empresa eléctrica Iberdrola también se han unido al comunicado otras siete empresas españolas como Zunder, Wallbox o Circontrol.
Los firmantes declaran estar firmemente comprometidos con el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050 y señalan que muchos de ellos han realizado grandes inversiones para hacerlo realidad.
“Por tanto, pedimos a los responsables políticos que no reabran las normas de CO2 para turismos y furgonetas aprobadas recientemente para 2026 y mantengan así el objetivo del 100% de coches con cero emisiones en 2035”, señala la declaración.
Las empresas también apuntan que el objetivo de emisiones cero para 2035 recibió un mandato democrático de los gobiernos de la UE y de los eurodiputados en marzo de 2023.
Y abogan por, en lugar de reabrir la legislación ya acordada, que los esfuerzos se centren en la aplicación de lo que ya se ha acordado que es una política industrial específica y apoyo a la inversión para una cadena de valor de baterías local sostenible, el despliegue de la recarga y el suministro de electricidad limpia, la ecologización de las flotas corporativas y la recualificación de los trabajadores para la electrificación de la economía.
En este sentido, recuerdan en el documento que las emisiones de coches y furgonetas representan más de una octava parte (13%) del total de emisiones de gases de efecto invernadero en la UE. Las emisiones de CO2 de los automóviles aumentaron un 6% entre 2000 y 2019.
“Modificar el objetivo para 2035 implicaría desestabilizar el marco sobre el cual las empresas han planificado sus inversiones. En lugar de eso, deberíamos respaldar la transición con una hoja de ruta para el impulso del vehículo eléctrico en España, enfocada en acelerar la infraestructura de carga y fomentar la demanda a través de una electrificación más ágil de las flotas”, afirma la directora de T&E en España, Isabell Büschel.
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