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Bodega Otazu ha conseguido reducir anualmente 391.760 kilos de CO2 gracias a la instalación de 220 placas solares en abril pasado

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Estudia los beneficios en el suelo de los acolchados de lana de oveja, al ser “un residuo al que no se le está dando un segundo uso”

MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

Bodega Otazu ha logrado un ahorro anual de 391.760 kilos de CO2 tras instalar 220 placas solares, el pasado mes de abril, que corresponden a una potencia de 118,80 kWp que generan 135.811 kWh al año, según ha dado a conocer la compañía en un reciente encuentro con los medios, en el que ha hecho balance de sus iniciativas en materia de sostenibilidad, que giran en torno a la reducción de residuos, la promoción del reciclaje y el uso eficiente de la energía, entre otros aspectos.

Uno de los proyectos que lleva a cabo la bodega en esta materia lleva por lema ‘Biodiversidad’ y, en colaboración con Fundación Global Nature, estudia el valor natural del viñedo y el entorno de Otazu, a 8 kilómetros de Pamplona, entre la Sierra del Perdón y la Sierra del Sarbil, con el río Arga como delimitador natural, por lo que es el viñedo con D.O.P. Pago más al norte de España, como ha destacado su responsable de Sostenibilidad, Nahiara Juanena.

Precisamente, según la Fundación Global Nature, el entorno natural de Otazu acoge una variedad de especies vegetales y animales que coexisten en armonía, logrando un 16,8% de hábitats seminaturales, “por encima de la media de las bodegas españolas”, según enfatiza la compañía.

En este sentido, la responsable de Sostenibilidad ha detallado que ‘Biodiversidad’ se realizó desde dos perspectivas: la evaluación del manejo agronómico del viñedo, entendiendo que las diferentes operaciones agronómicas tienen un impacto directo sobre el medio ambiente y la biodiversidad; y la del entorno.

En el caso del manejo agronómico, se evaluaron ocho parámetros (suelo, agua, social, residuos y reciclaje, energía, fitosanitarios, nutrientes y GEI y cambio climático) y se pudo observar en cuál o cuáles de ellos había mayores oportunidades de mejora. Partiendo de ahí se trazó un plan de acción que se empezó a llevar a cabo este año 2024.

En cuanto al entorno natural, se evaluó la riqueza de los hábitats seminaturales, es decir, su cantidad y variedad. En el estudio se evaluaron las zonas de mayor y menor calidad y “se han tomado acciones para que ese porcentaje sea aún mayor, como poner más islas de biodiversidad, bandas floridas, árboles, arbustos o incrementar los hoteles de insectos”, añade Juanena.

La compañía también ha hecho balance del proyecto ‘Undervine’, realizado en colaboración con la Universidad Pública de Navarra (UPNA). Este proyecto se basa en el estudio de las cubiertas vegetales bajo la cepa como alternativa a las prácticas agrícolas menos sostenibles y al laboreo mecánico en viñedos.

Actualmente, se están evaluando las implicaciones sobre el rendimiento, la composición de la uva, el uso del agua y la salud del suelo. Como puntualiza Juanena, “desde 1996, Otazu ha sido pionera en Navarra en la implementación de cubiertas vegetales”. “Inicialmente, nuestro objetivo era controlar el vigor de la planta, pero con el tiempo, estas cubiertas han demostrado su eficacia en la mejora del suelo, gestión de la humedad y promoción de la biodiversidad, además de ayudar en el control de la producción”, indica.

Por otro lado, uno de los pasos más recientes hacia la sostenibilidad de la Bodega ha sido la reducción del peso de las botellas de la gama ‘Ozu by Otazu’ pues al cambiar a un vidrio más liviano de 420 gramos, se ha logrado una reducción del 26% en el peso de cada botella. Este cambio no solo reduce el uso de materias primas y el consumo de energía, sino que también disminuye las emisiones de CO2.

“En los últimos años, Otazu ha rebajado su huella de carbono gracias al uso de energías renovables y prácticas sostenibles en el viñedo”, subraya Juanena, que también ha avanzado la puesta en marcha de un proyecto con la finalidad de optimizar el uso del agua de riego: “Estamos trabajando en la búsqueda de un algoritmo con el que podamos optimizar el uso de agua de riego, para ello se está trabajando con viticultura de precisión”.

Además, ha explicado que están estudiando los beneficios en el suelo de los acolchados de lana de oveja. “Esta lana es un residuo al que no se le está dando un segundo uso y de está desechando gran cantidad”, alerta.

Asimismo, la Bodega desarrolla el proyecto ‘Liviñg Soil’, que busca integrar soluciones de manejo del suelo del viñedo que permitan aumentar de manera notable la sostenibilidad del cultivo de la vid en Navarra a través del incremento de la biodiversidad, la reducción del uso de herbicidas y la reducción de la erosión.

Con esta iniciativa –que comenzó en enero de 2022 y finalizó el pasado mes de diciembre, y en el que también se ha trabajado de la mano de la UPNA, como organismo de investigación, junto al INTIA (Instituto Navarro de Tecnologías Infraestructuras Agroalimentarias) y otras tres bodegas– se modificó la gestión del suelo tanto en la calle como en la línea (bajo las cepas), sembrando distintas cubiertas vegetales según los objetivos de la bodega (mejorar la estructura del suelo, mejorar la nutrición y actividad microbiana de este, etc.) y empleando prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente.

Durante su puesta en marcha, se observó la evolución en cuanto a biodiversidad de fauna y flora en el viñedo que, gracias a las acciones llevadas a cabo, aumentaron.

APUESTA POR EL ARTE CON NUEVAS ADQUISICIONES

Otro de los ejes de actuación de la bodega gira en torno al arte y la cultura ya que, por ejemplo, en el enclave se encuentran monumentos históricos como una iglesia románica del siglo XII dedicada a San Esteban, una torre-palomar del siglo XIV y un palacio del siglo XVI, además de obras de arte monumentales y espacios dedicados a la creación contemporánea pertenecientes a la Fundación Otazu, galardonada con el Premio ‘A’ al Coleccionismo 2020, que otorga la Fundación ARCO.

Fuentes de la compañía han detallado a Europa Press que las dos últimas obras adquiridas han sido ‘Try Not To Think So Much’, de Eugenio Ampudia, y ‘Brutalismo’, de Marlon de Azambuja.

Adquirida en el año 1989 por la familia Penso, todos los vinos de la Bodega están elaborados exclusivamente con las uvas procedentes de las 116 hectáreas de viñedo propio que rodean la Bodega: Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc, Chardonnay y Berués.


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