ZARAGOZA, 24 (EUROPA PRESS)
El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero Flores; la vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica de la Universidad de Zaragoza, Gloria Cuenca Bescós; y los investigadores de la Universidad de Zaragoza, Ignacio de Blas Giral e Ignacio Ruiz Arrondo, han suscrito este martes el convenio de colaboración para la implantación y desarrollo del Plan de Vigilancia y Respuesta de las Enfermedades Transmitidas por Vectores en la Comunidad Autónoma de Aragón.
Las enfermedades transmitidas por vectores, como la leishmaniosis, el dengue, el paludismo, la fiebre del Nilo occidental y la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, constituyen el grupo de patologías que más está creciendo en el mundo.
Mosquitos, garrapatas y flebótomos, que actúan como vectores de transmisión de estas enfermedades, están presentes y extendidos en gran parte de la geografía de España. Por eso, se hace necesario vigilar su presencia en Aragón, así como las patologías que transmiten.
VIAJES
El consejero de Sanidad, José Luis Bancalero Flores, ha expuesto que las causas por las que aparecen estas enfermedades emergentes son la introducción de agentes infecciosos para los cuales hay vectores competentes en nuestro territorio, como la Fiebre del Nilo Occidental o la Fiebre Crimea-Congo.
También ha dicho que los principales factores que contribuyen a la expansión de estas enfermedades son el aumento de viajes y del comercio internacional, el cambio climático, con incremento de las temperaturas, la variación de la pluviosidad y los cambios sociodemográficos y ambientales.
El objetivo del Plan de Vigilancia y Respuesta de las Enfermedades Transmitidas por Vectores en la Comunidad Autónoma de Aragón es detectar estas patologías de forma precoz y dar una repuesta rápida para evitar la aparición de casos secundarios y brotes autóctonos.
Bancalero Flores ha incidido en que las enfermedades de transmisión vectorial “suponen para Aragón una amenaza cierta” y para afrontarlas con éxito se hace necesario el desarrollo de este Plan. Para impulsarlo, surge este convenio.
“Es motivo de satisfacción poder presentar esta herramienta que sin duda ayudará a reducir los riesgos”.
La vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica de la Universidad de Zaragoza, Gloria Cuenca Bescós, se ha mostrado satisfecha por esta colaboración, que permitirá trabajar en una cuestión que afecta a la salud de la población. “Llevamos más de un año preparando este convenio, que es un gran logro para seguir avanzando en un asunto tan importante y que, debido a factores como el cambio climático, puede afectarnos más gravemente de lo que pensamos”.
APOYO TÉCNICO
La directora general de Salud Pública, Nuria Gayán, ha manifestado que el Departamento cuenta con la colaboración y apoyo de la competencia técnica y la experiencia de la Universidad de Zaragoza, con quien se ha elaborado y se va a implementar este plan “con el objetivo de disminuir el riesgo y reducir al mínimo el impacto global de estas enfermedades bajo la perspectiva ‘Una sola salud'”.
Por su parte, el profesor titular de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, Ignacio de Blas, ha destacado que esta colaboración “pretende plantear un análisis de los vectores presentes en Aragón que pueden transmitir enfermedades que afectan a los humanos. Estamos desarrollando un proyecto piloto en cinco lugares diferentes de distintas combinaciones vector-patógeno, y además se implementarán medidas de divulgación, formación de profesionales y concienciación ciudadana sobre la transmisión de estas enfermedades
El plan contempla, por una parte, cinco planes piloto para diseñar los sistemas de prevención, vigilancia y control, así como poner a punto los planes de muestreo y las técnicas analíticas además de conocer su presencia y grado de implantación en ese territorio de los vectores.
Por otra parte, se ha elaborado un plan de respuesta ante casos o brotes tanto importados como autóctonos de enfermedades vectoriales.
“Esta respuesta establece la coordinación inmediata entre los servicios de vigilancia epidemiológica, zoonosis, sanidad ambiental y los técnicos de la universidad para que después de las actuaciones sobre el caso, la advertencia al sistema sanitario y la inspección entomológica, se lleven a cabo las medidas de control o ambientales que se consideren necesarias”, ha contado Nuria Gayán.
EN FASE AVANZADA DE ELABORACIÓN
En abril de 2023, se aprobó el Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de las Enfermedades Transmitidas por Vectores. Por su parte, la dirección general de Salud Pública, en colaboración con el Área de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, ya ha iniciado la redacción del plan aragonés, que está en una fase avanzada de elaboración.
Dentro de los objetivos del plan, que también se recogen en el propio convenio de colaboración, se encuentran la identificación preliminar de zonas y periodos de mayor riesgo de transmisión de enfermedades vectoriales e implementar planes piloto de vigilancia entomológica, media que ya ha comenzado a aplicarse este verano en Zaragoza, Utebo, Binéfar, Alcañiz y Orihuela del Tremedal.
Además, la colaboración entre ambas instituciones contempla prestar asesoramiento técnico en respuestas a alertas sanitarias correspondientes a enfermedades vectoriales; y realizar campañas de formación sobre estas patologías, tanto a profesionales sanitarios y personal técnico de los Servicios de Protección de la Naturaleza, como a centros educativos y asociaciones ciudadanas.
Hasta ahora, el trabajo con la Universidad de Zaragoza ha sido eficiente en la investigación de casos y la adopción de medidas para evitar la transmisión autóctona de diversas enfermedades vectoriales, como paludismo o dengue.Con este convenio, se amplía la vigilancia desarrollada por el Departamento de Sanidad y la Universidad de Zaragoza.
La celebración del mismo supone una aportación económica de un máximo de 50.000 euros, en 2024, por parte del Gobierno de Aragón, cantidad destinada a implementar los objetivos y actividades previstas en el convenio, que estará en vigor hasta el 31 de diciembre de 2024, con posibilidad de prorrogarse de forma anual durante un máximo de ocho años.
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