SEVILLA, 24 (EUROPA PRESS)
El Consejo de Gobierno andaluz ha tomado conocimiento en su reunión de este martes, 24 de septiembre, del inicio del proceso de revisión de los documentos que conforman la planificación en materia de agua de las demarcaciones intracomunitarias –Cuencas Mediterráneas Andaluzas, Guadalete-Barbate y Tinto-Odiel-Piedras– para el período actual 2022-2027.
Este trámite se refiere tanto a los planes hidrológicos como a los de gestión del riesgo de inundación de las tres cuencas que son competencia de la Junta de Andalucía, y debe analizarse a lo largo de los tres últimos años de vigencia de los documentos, según se detalla en la referencia del Consejo de Gobierno.
Según ha aclarado la Junta, este proceso de revisión contempla la elaboración de un total de seis documentos por cuenca, ya que el Gobierno andaluz debe trabajar en tres informes relativos a cada plan hidrológico y otros tres ligados a cada Plan de Gestión del Riesgo de Inundación.
Respecto a los hidrológicos, la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural debe “consolidar en cada demarcación unos documentos iniciales”, que recogen el diagnóstico preliminar del estado de las masas de agua; un esquema de temas importantes, donde se “priorizan los desafíos a abordar”; y un Proyecto de Plan Hidrológico, que sirve de versión inicial de la planificación para el próximo período –2028-2033, en este caso– y que se someterá a consulta pública durante seis meses.
Con este plazo, el Gobierno andaluz espera “lograr una amplia participación ciudadana que permita redactar una planificación hidrológica consensuada con todos los usuarios del agua”.
Para lograrlo, la Junta tiene previsto, entre otras iniciativas, “organizar reuniones técnicas de trabajo para los colectivos interesados y fomentar una mayor participación de las administraciones locales”.
Además, para “facilitar la participación de la ciudadanía”, se habilitará un correo electrónico para recoger las consultas y propuestas.
PLANES DE GESTIÓN DEL RIESGO DE INUNDACIÓN
En cuanto a los planes de Gestión del Riesgo de Inundación, el primero de los tres informes a elaborar se centra en la identificación de las áreas con probabilidad de sufrir este tipo de situación (Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación).
Otro de los documentos recoge la cartografía de las zonas expuestas a este riesgo –Mapas de Peligrosidad y de Riesgo por Inundaciones– y el tercero se corresponde con los propios Planes de Gestión del Riesgo de Inundación de cada demarcación hidrográfica, que recogen tanto los objetivos a alcanzar en este ámbito como el programa de medidas que debe aplicar en el marco de sus competencias cada administración.
Tras la fase de consulta pública y la elaboración de los textos, “incluyendo las aportaciones que se consideren oportunas”, el proceso de revisión de la planificación hidrológica de las cuencas intracomunitarias de Andalucía continúa con la emisión de unos informes preceptivos por parte de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural que se elevan al Consejo de Gobierno para su aprobación inicial. Una vez superado este trámite, los textos se remiten al Gobierno de España para su aprobación definitiva.
INNOVACIÓN AL SERVICIO DEL AGUA
Además de “aspirar a la mayor participación ciudadana”, otra de las premisas de la Junta de Andalucía para el desarrollo del proceso de revisión de estos planes es “el aprovechamiento de las sinergias que puedan aportar los últimos avances en investigación e innovación”.
El objetivo final es “garantizar que la nueva planificación de las cuencas intracomunitarias para 2028-2033 estén basados en datos científicos objetivos lo más actualizados posibles”, para lo que el Gobierno andaluz “está apostando por avanzar en la revolución digital del ámbito hidrológico, incorporando nuevas herramientas tecnológicas a los procesos de planificación y de gestión”.
Entre otras iniciativas, la Consejería de Agricultura y la Agencia Digital de Andalucía colaboran en el impulso del Sistema de Información y Alerta Hidrológica ‘SAIH-Hidrosur’; en la aplicación de las infraestructuras hidráulicas ‘GOTA’ para la gestión integral del agua; y en la implantación de ‘Agua0’, un gestor procedimental de los usos de este importante recurso natural.
Además, estos organismos cooperan también en la red ‘Saica’, “capaz de realizar un seguimiento continuo de la calidad del agua”; y en la futura plataforma de integración y análisis para la planificación hidrológica ‘PHI’, que actualmente se encuentra en fase de diseño.
El funcionamiento conjunto de todos estos elementos conforma, según destaca la Junta, “un ecosistema del dato que, monitorizado desde el Centro de Control de Recursos Hídricos, pondrá a disposición de los gestores y de la ciudadanía gran cantidad de información relevante, integral y actualizada”.
Estos datos ofrecerán “la posibilidad de continuar avanzando en la protección y en el uso eficiente del agua”, según subraya el Gobierno andaluz, desde donde reivindican que el agua es “un recurso natural de gran importancia para el funcionamiento de los sistemas naturales y para el desarrollo socioeconómico sostenible y equilibrado de los territorios”.
En el caso de Andalucía, además, es “un elemento especialmente relevante por encontrarse en una zona geográfica marcada por las características del clima mediterráneo, con precipitaciones reducidas y patrones muy variables; y por el efecto que está teniendo ya el cambio climático en cuanto a la subida de las temperaturas o la intensidad y recurrencia de los períodos de sequía e inundaciones, entre otras cuestiones”, añaden desde la Junta.
Por ello, en este contexto, la planificación hidrológica “se presenta como un instrumento esencial para dotar a las demarcaciones de sistemas robustos que permitan ofrecer mayor garantía de satisfacción tanto de las demandas de la sociedad como de los objetivos ambientales”.
Finalmente, desde la Junta concluyen que “contar con planes hidrológicos y planes de gestión del riesgo de inundación en cada cuenca intracomunitaria de Andalucía ofrece a las administraciones y a los usuarios mayor seguridad a la hora de hacer frente a factores ambientales que podrían conllevar consecuencias negativas, como las sequías o las inundaciones”.
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