Al Sistani reclama hacer “todos los esfuerzos posibles” para “proteger al pueblo libanés” de los ataques israelíes
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El ayatolá Alí al Sistani, el principal líder chií de Irak, ha reclamado este lunes detener la “brutal agresión” de Israel contra Líbano, tras una oleada de bombardeos israelíes contra supuestos objetivos del partido-milicia chií Hezbolá en el sur del país que deja más de 180 muertos y 700 heridos.
Al Sistani ha indicado en un comunicado publicado por su oficina que son necesarios “todos los esfuerzos posibles para detener esta bárbara agresión y proteger al pueblo libanés de sus devastadores efectos”, al tiempo que ha pedido “hacer lo posible para aliviar el sufrimiento (de los libaneses) y cubrir sus necesidades humanitarias”.
El destacado clérigo iraquí, de 94 años, ha recalcado que la población libanesa atraviesa “días difíciles” a causa de la “brutal agresión israelí y sus métodos bárbaros”, incluida “la explosión de un gran número de dispositivos de comunicación y el ataque contra viviendas llenas de ciudadanos, incluidas mujeres y niños”.
Así, ha denunciado los “intensos” bombardeos contra “decenas” de localidades en el sur de Líbano y el valle de la Becá, en el este del país, que han causado “la muerte de un gran número de heroicos combatientes de la resistencia y civiles inocentes”. “Que Dios proteja de todo mal a Líbano y a su querido pueblo”, ha remachado.
El propio Al Sistani emitió en agosto en un comunicado reclamando el fin de la “guerra genocida” lanzada por Israel contra la Franja de Gaza tras los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 contra Israel por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han asegurado que su oleada de bombardeos de este lunes ha alcanzado “más de 300” objetivos de Hezbolá, tras lo que el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, ha señalado que el Ejército israelí llevará a cabo de forma “inminente” bombardeos “en profundidad” contra el valle de la Becá.
Durante los últimos días se ha registrado un repunte de las tensiones, especialmente tras la oleada de explosiones coordinadas en dispositivos de comunicación supuestamente por Hezbolá, que dejó alrededor de 40 muertos y unos 3.000 heridos. Posteriormente, más de 50 personas murieron el viernes en el bombardeo ejecutado por Israel contra el sur de la capital de Líbano, Beirut, entre ellos Ibrahim Akil, un alto cargo del grupo libanés.
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