MADRID/ZARAGOZA, 20 (SERVIMEDIA)
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, aseguró este viernes que la negociación con CEOE sobre la reducción de la jornada laboral está “francamente estancada, si no agotada”, mientras que su homólogo en CCOO, Unai Sordo, espetó que en la patronal quieren bloquear la mesa para intentar que no se apruebe la medida porque “tontos no son”.
Sordo y Álvarez insistieron este viernes en estas ideas durante su participación en una Asamblea conjunta de ambos sindicatos en Zaragoza, dentro del calendario de movilizaciones diseñado por CCOO y UGT para presionar a CEOE y a los partidos políticos para que se pueda aprobar la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas, iniciativa promovida por el Ministerio de Trabajo y su titular, Yolanda Díaz.
Se trata del segundo acto de este tipo que protagonizan los líderes de CCOO y UGT esta semana, tras una Asamblea similar en Madrid. Ello, en vísperas de que el próximo martes la mesa de negociación vuelva a reunirse dos días antes de que el jueves los sindicatos salgan a la calle para movilizarse ante las sedes de la patronal en toda España.
Sordo señaló que “no vamos ni a entrar a valorar” las propuestas del Gobierno para intentar atraer a CEOE a un pacto hasta que la parte empresarial no diga si está dispuesta a que se reduzca la jornada laboral, aludiendo así al plan de medidas de apoyo a las pymes presentado por Trabajo el pasado 9 de septiembre, a fin de compensar las contrataciones que deban hacer para aplicar la rebaja de la jornada.
En este sentido, el líder de CCOO indicó que podrían negociar propuestas si CEOE, “de verdad, tuviera una voluntad de negociación y de verdad se pronunciara sobre que está dispuesta a negociar una reducción de jornada”. Por ello, destacó que “para situar las cosas en los términos en los que están”, la patronal concluye todas las reuniones diciendo que la jornada sólo se puede reducir a través de los convenios colectivos.
“Y esto es o de ser muy torpe o de estar queriendo bloquear las mesas. Y como tontos no son, la consecuencia es evidente: quieren bloquear las mesas. Entonces, en estas circunstancias, nosotros no vamos ni a entrar a valorar este tipo de alternativas o de medidas complementarias que pudiera poner el Gobierno encima de la mesa mientras CEOE no mueva su posición”, argumentó.
Además, Sordo ironizó con que “no hay una maldición que diga que las empresas más pequeñas no puedan tener jornadas más reducidas” o que haya sectores que puedan también beneficiarse de este tipo de medidas. Al respecto, aventuró que rebajar la jornada será bueno para la productividad, para “vivir mejor” y para aumentar el consumo de las personas al disponer de más tiempo libre, lo que a su vez será positivo para la economía.
FRANCAMENTE ESTANCADA
Por su parte, Pepe Álvarez sostuvo que la negociación con la patronal “está francamente estancada, si no agotada”. A su juicio, “depende el que esté agotada o no” de si “somos capaces” no solo de estar en la mesa, sino de que la parte empresarial negocie realmente, ya que ahora es “como si se hubiera levantado, porque no hay absolutamente ningún tipo de movimiento”.
En este sentido, Álvarez señaló que la negociación tuvo dos momentos: uno inicial, cuando CEOE pensaba que “había mayoría en el Parlamento para cambiar la ley”, y otro posterior en el que “de la mano de Junts”, ya considera que la medida no saldrá adelante en el Parlamento. “Es un país realmente curioso: la CEOE reunida con Junts justamente para impedir que se pueda reducir el tiempo de trabajo en nuestro país”, reprobó.
Y es aquí donde el máximo representante de UGT enmarcó también las movilizaciones sindicales acordadas, pues se va a trasladar a los partidos el apoyo social que existe, a su criterio, para reducir la jornada laboral.
“Somos, de la Unión Europea, el país que más horas trabaja y uno de los países menos productivos”, defendió Álvarez para subrayar a continuación que la productividad se mejora con inversión de las empresas. Además, arguyó que ahora se tarda menos en realizar trabajos como fabricar vehículos o atender a personas por el avance que ha supuesto el desarrollo de las nuevas tecnologías, mientras que la jornada sigue estancada en 40 horas.
“Hay razones más que sobradas y vamos a generar las condiciones políticas para que, efectivamente, las empresas y sobre todo los grupos políticos sepan que en esta ocasión mejor negociar porque si no negocian creo que la ciudadanía va a dar un paso adelante y va a imponer que, efectivamente, se produzca este cambio”, culminó Álvarez.
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