MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
La dirección y los sindicatos del grupo Masorange constituirán mañana martes la mesa negociadora del ERE que ha anunciado la compañía, que afectaría a un máximo de 795 trabajadores, el 10% de la plantilla total del grupo.
Se creará una mesa única de negociación del expediente. En ella se concretarán las salidas en las seis sociedades del grupo en las que la empresa ha decidido realizar el ajuste de plantilla (Orange Espagne OSP, Orange España Comunicaciones Fijas OSFI, Xfera Móviles, Lorca Telecom Bidco, Euskaltel y R Cable y Telecable).
Estas empresas suman 4.695 empleados, con lo que el ERE afectaría a casi el 17% de ellos. Han quedado excluidos del ajuste los trabajadores de las tiendas propias, de los ‘call centers’ y de áreas funcionales. La mesa de negociación del ERE estará en marcha durante alrededor de un mes, y a continuación se abriría un proceso de adhesiones.
En un comunicado remitido a la plantilla el pasado 3 de septiembre, la dirección justificó el ERE señalando que tras los primeros meses transcurridos desde el nacimiento en marzo de Masorange a partir de la fusión de Orange y MásMóvil, “se ha comprobado que aún existen ciertas duplicidades organizativas como consecuencia de la integración de las plantillas de ambos grupos”, que precisa de un ajuste laboral.
La empresa cree que el ERE es la mejor fórmula para ese ajuste, “porque su implementación es relativamente rápida, con los plazos legales predefinidos, sus condiciones se negocian de manera transparente en el marco del diálogo social, y, sobre todo, porque ofrece todas las garantías legales para nuestros empleados y la compañía”.
“SIN SUBTERFUGIOS”
Los sindicatos CCOO, UGT, USO, ELA y CGT reclamaron el viernes pasado en una carta conjunta a la dirección que el ERE tenga carácter de “voluntariedad completa y absoluta” para los trabajadores afectados, “sin subterfugios ni sucedáneos”. Aseguran que ésta será una “línea roja” para llegar a un acuerdo en la mesa de negociación.
La dirección afirmó el pasado 3 de septiembre, cuando anunció el expediente, que el ERE será “voluntario”. Sin embargo, los sindicatos sospechan que pueda convertirse realmente en un ERE “principalmente voluntario”, “o lo que es lo mismo, en un programa de destrucción de empleo donde la dirección acepte cierta voluntariedad y que incluya despidos forzosos o prejubilaciones obligatorias”.
Aseguran en el escrito que “para que el escenario de voluntariedad real pueda funcionar, serán necesarias unas condiciones indemnizatorias equivalentes, e incluso que puedan superar, las acordadas unánimemente por todas las partes en el ERE de Orange Espagne de 2021”. Este despido colectivo afectó a 400 personas, que salieron con indemnizaciones en un tope de 42 mensualidades, entre los 57 días por año para los salarios mayores de 50.000 euros y los 62 días para los inferiores a 27.000.
En su carta a la dirección, los sindicatos advierten de que emprenderán “las medidas legales y sindicales que sean necesarias para defender todos los puestos de trabajo en Masorange, así como los derechos laborales de la plantilla”.
Insisten en que el ERE está “injustificado”, porque “supone la destrucción de cientos de puestos de trabajo en una compañía en progresión y con buenos resultados económicos y financieros, y que contradice las promesas realizadas por la dirección sobre no ejecutar un despido colectivo en Masorange”.
“Exigimos la retirada del ERE y buscar soluciones que no impliquen echar a la calle a 795 personas, ni arriesgar imprudentemente la viabilidad de la compañía, con grave afectación para las familias de las personas afectadas y también para lo que ustedes mismos han calificado como “proyecto de crecimiento”. Consideramos que, si todas las partes actuamos de buena fe haciendo un uso correcto del diálogo social, podremos encontrar soluciones no traumáticas a los presuntos problemas que dicen haber detectado en Masorange”, agrega la carta.
“MINIMIZACIÓN DEL IMPACTO”
En su estreno el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados como nuevo ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López habló en la sesión de control al Gobierno sobre el ERE de Masorange, al ser preguntado por Bildu por el impacto que tendrá el ERE en Euskaltel.
Óscar López mantuvo que el Gobierno ha querido garantizar en todo momento la preservación del empleo en Masorange. Dijo que cuando el Ejecutivo autorizó la ‘joint venture’ entre Orange y MásMóvil, “siempre puso especial interés en que se minimizara el impacto laboral de la operación, y tuvo muy en cuenta que Masorange asumió una serie de compromisos, entre ellos, y esa es la clave, el mantenimiento de un porcentaje muy importante de su plantilla”. “El Gobierno se ha comprometido con hechos, no con palabras”, subrayó el ministro, “y desde el primer momento de la fusión ha garantizado que se mantenga el empleo”.
Por su parte, la secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, María González Veracruz, ha mostrado su confianza en que el ERE anunciado en Masorange se resuelva con un acuerdo con los sindicatos y que se ajuste “a las necesidades reales” de la empresa.
González espera que el Ejecutivo no tenga que desempeñar en este expediente el papel “clave” que jugó con el reciente de Vodafone, cuando su mediación con los representantes de los trabajadores y la compañía ayudó a rebajar la cifra de salidas.
“Somos un Gobierno que escucha, intentando siempre echar una mano en la resolución de los conflictos”, añadió. “Fuimos claves en el conflicto que se generó en Vodafone y esperamos que no se tenga llegar a esta situación en este caso. Estaremos atentos y con la mano tendida”.
González Veracruz dijo que el Gobierno va a estar “muy atento”, como en el resto de procesos de regulación, para que las marchas en Masorange sean “lo más reducido posible y pueda haber una fácil recolocación de las personas salientes”.
Desde el Ministerio de Trabajo, el secretario de Estado Joaquín Pérez Rey ha advertido de que su departamento velará “con todos los medios a su alcance” por que el ERE de Masorange “respete escrupulosamente” la legislación laboral española.
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