VALÈNCIA, 12 (EUROPA PRESS)
Los y las integrantes de Colectivo Nerval realizarán una performance de 72 horas seguidas en el vestíbulo del Teatre el Musical (TEM), en lo que será un epílogo del proyecto ‘Antes todo esto era campo’, de investigación escénica y dramatúrgica desde postulados ecologistas contemporáneos.
El colectivo lleva cerca de cuatro años volcado en este proyecto, que ha constado de tres entregas y cuyo epílogo es este simulacro escénico de 72 horas continuadas, que se celebrará los próximos 13, 14 y 15 de septiembre en el TEM, según ha indicado el Ayuntamiento de València en un comunicado.
De esta forma, el Teatre El Musical “se convertirá en un refugio, un asentamiento para ‘ESE OTRO LUGAR Antes todo esto era campo vol.III’, donde la formación de artes vivas explora el rol del ser humano como agente geológico y su relación con el tiempo y la tecnología”.
En el transcurso de las 70 primeras horas, el público podrá entrar y salir del edificio tantas veces como quiera, en el horario en que esté abierto. Por su parte, en las horas en las que el teatro esté cerrado se podrán seguir las actividades del interior a través de una webcam.
David Orrico, líder del Colectivo Nerval, ha destacado que la performance “conecta con la idea de un asentamiento, un aislamiento voluntario y grupal”. “Al principio comienzan unos pocos individuos, para que el resto del colectivo se una en las horas posteriores. El grupo crece, se organiza y comparte una dirección”, ha explicado.
En este tiempo, la intención es “hacer comunidad y generar un simulacro escénico de tiempo dilatado como ejercicio de introspección”. La formación se dedicará a despiezar aparatos electrónicos como forma de meditación y conocimiento.
“Por un lado, es un acto individual, donde cada cual estará concentrado en su objeto como una forma de mindfulness donde se focaliza en lo milimétrico del aparato electrónico, en descifrarlo. Lo definimos, lo catalogamos y buscamos de qué año es. Por otro lado, habrá una serie de actividades que compartiremos, como la lectura de textos, el ejercicio físico, y la tranquilidad”, ha detallado Orrico.
Al final de la performance, se llevará a cabo la pieza escénica en las dos horas restantes. La sensación “es la de tratar de virar del ‘yo’ presente al ‘nosotros’ atemporal y extender la pregunta al público”, ha señalado.
En el site-specific final se descubrirá un encofrado que se ha ido rellenando con todas las piezas extraídas de los materiales electrónicos. Esa acumulación habrá ido generando estratos, una suerte de bloque de piedra conformada por tecnología.
“La revolución tecnológica ha tenido un impacto visible en la corteza terrestre que será descubierta por otras civilizaciones en el futuro. Vamos a observar nuestra tecnología con la mirada limpia de una futura generación, que nos permita, quizás, imaginarnos otra forma de estar en el mundo”, ha avanzado Orrico.
En la performance, más del 90 por ciento del material empleado por los y las performers va a ser reciclado. Parte de esa tecnología va a ser cedida por el público, que ha podido acercarse al TEM a dejarla desde el martes hasta este jueves. La propia escenografía también es reciclada, porque hay una voluntad de reutilización en el colectivo.
- Te recomendamos -